La conquista y colonización del territorio de Venezuela por los europeos comenzó durante el tercer viaje de Cristobal Colón a América, cuando llegó a la costa oriental del país. La conquista de lo que sería Venezuela tomó más de un siglo y se diferencia de la realizada en México o el Perú debido a la ausencia de un estado indígena dominante y una infraestructura extensa. La falta de un gobierno unificado significó que los conquistadores no podían tomar el control de una región muy amplia con tan solo dominar una etnia. Las características geográficas que dificultaban la colonización de los Llanos y del territorio al sur del Orinoco también dificultaron la penetración de la corona española durante mucho tiempo. El presente artículo describe en primera instancia los eventos que llevaron a la conquista de Venezuela por los europeos en el siglo XVII, pero que se prolongaron hasta el siglo XVIII.
Las fuentes principales sobre la conquista de Venezuela son la Historia de la conquista y población de la Provincia de Venezuela de Oviedo y Baños, las Crónicas de las Indias y los escritos del gobernador Juan de Pimentel, así como diversos escritos de los Welser.
Primeras naciones
Cuando llegaron los europeos a las costas venezolanas, se encontraron con un gran número de etnias pertenecientes a grupos culturales muy distintos. La densidad demográfica era menor que en estados con un nivel más avanzado de agricultura como en América Central y en la zona de dominio inca en los Andes. En la zona de los Andes y en la costa había cultivos de maíz, algodón y de diversos tubérculos.
Los grupos indígenas poseían un nivel de sedentarización relativamente reciente y salvo por el uso de metal para fabricar ornamentos no habían desarrollado la metalurgia. Las principales armas que usaban eran arcos y flechas y lanzas. Su desarrollo tecnológico no había llegado a tal punto de que tuviesen armas comparables a las de los europeos como las armas de fuego o espadas de acero. Tampoco tenían un sistema inmunológico preparado para defenderse de los gérmenes creados en miles de años de urbanismo como era el caso en el lugar de origen de los colonizadores, en Eurasia.
De centro a oriente se distinguían, entre otras, las etnias caribes de los meregotos y los caracas en la zona del Valle de Aragua al Valle del Tuy, los palenque y cumanagotos a partir de allí hasta la zona del río Neverí y los chaimas y parias en la zona oriental, en las penínsulas de Araya, Paria y al sur de estas.[2] Estos grupos serían en general ramas de la familia lingüística caribe. Otros grupos como los waikeríes se hallaban en las islas de Margarita, Cubagua y parte de la costa y los waraos vivían en la región que se extiende de Paria a todo el Delta del Orinoco
En la zona occidental de lo que hoy en día es Venezuela predominaban los grupos de etnias arawacas. En la zona de los actuales estados Falcón, Yaracuy y Lara habitaban, entre otros, los caquetíos, del grupo arawaco, así como los jirajaras y guayones, de la familia lingüística jirajarana.
Entre los grupos mayores en esta zona se hallaban los otomacos, quienes estuvieron en permanente conflicto con los grupos caribes.
Alexander von Humboldt puso en duda la fiabilidad de los primeros datos sobre tribus porque los primeros colonizadores frecuentemente confundían entre topónimos, nombres propios de personas, nombres de etnias y otras palabras.
Primeras expediciones
Cristobal Colón llegó en su tercer viaje a Suramérica. A comienzos de agosto de 1498 las naves de su expedición llegaron a la zona de Trinidad. De allí se acercó a la costa frente al Delta del Orinoco y se dirigió hacia Golfo de Paria. El 4 de agosto los europeos pisaron por primera vez tierra firma en Suramérica. De allí las naves continuaron hacia la isla de Margarita y de Cubagua. El quince de agosto partió de la altura de Margarita de vuelta a La Hispaniola.
Viajes de Alonso de Ojeda
Alonso de Ojeda realizó un primer viaje detallado de reconocimiento de la costa venezolana en 1499. La expedición llegó al Delta del Orinoco en junio. Visitaron la isla de Trinidad, la isla de Margarita y las Penínsulas de Paria y Araya y siguieron bordeando la costa. En la zona de Chichiriviche tuvieron un encuentro violento con los indígenas de la zona, que resultó en la muerte de uno de sus hombres y heridas para otros. El 9 de agosto llegaron al Cabo de San Román, en la península de Paraguaná. El 24 de agosto de 1499 llegaron a la entrada del Lago de Maracaibo. El piloto y cartógrafo Juan de la Cosa participó en este viaje y desarrolló el primer mapa de la costa venezolana.
En junio de 1499 Pedro Alonso Niño partió de Puerto de Palos con otra expedición junto a los hermanos Luis y Cristobal Guerra. Estos también llegaron a la zona del Golfo de Paria. De allí partieron a Margarita, donde cargaron perlas como si fuera paja. De allí se dirigieron al Golfo de Cariaco, donde llegaron al puerto de Cumanagoto. Allí intercambiaron con indios que venían en piraguas oro y perlas por cascabeles, cuchillos y chaquiras'.[3] La expedición de Niño permitió a los españoles percatarse de las ricas salinas de Araya. De allí continuaron hacia Occidente y desembarcaron en Coriana, donde luego se fundaría una ciudad. Los 33 tripulantes se mantuvieron unos 20 días allí, siendo agasajados por los indígenas, con los que volvieron a intercambiar objetos de poco valor en Europa por oro y perlas. Después de ser atacados por indios en la zona entre Maracaibo y el Cabo de la Vela, volvieron hacia Araya y de allí regresaron a Europa, donde llegaron en las costas de Galicia el 6 de febrero de 1500.
El descubrimiento de una gran riqueza de perlas en los mares entre Margarita y Tierra Firme propulsó el establecimiento de bases españolas en la zona. Es así como estos fundaron Nueva Cádiz como un poblado en la isla de Cubagua en 1500.
En 1501 un grupo de monjes franciscanos estableció una misión en lo que hoy en día es Cumaná. Esta misión fue atacada en numerosas oportunidades por los indígenas de la zona. A comienzos de ese año llegó otra expedición, compuesta de dos naves, con Rodrigo de Bastidas y Juan de la Cosa, que realizaron trueques con los indígenas desde Cabo de la Vela hasta el Golfo de Darién.
En 1502 De Ojeda realizó un nuevo viaje a Venezuela siguiendo un trayecto similar. Iba junto a los mercaderes Juan de Vergara y García de Campos, que habían conseguido fletar cuatro carabelas. Los navíos se separan y la falta de víveres hizo que uno de los grupos se decidiera a atacar el 2 de abril un asentamiento indígena en la zona de Cumaná. Allí mataron a 78 indígenas y perdieron a uno de los suyos.[4] El 3 de mayo de 1502 fundaron el primer poblado español en Suramérica, en la Goajira. Los europeos atacaron a los habitantes autóctonos, que se defendieron. Este conflicto y las disputas internas provocaron el abandono de aquella población. Los socios de De Ojeda lo pusieron preso y juntos zarparon a La Hispaniola, donde De Ojeada permanecería detenido hasta 1504.
Esclavitud indígena
La corona de Castilla declaró que los indios eran vasallos libres. En 1503, sin embargo la reina Isabel otorgó una licencia para esclavizar a los indios caribes so pretexto de ser caníbales y rebeldes. En realidad los colonizadores europeos usaron esta licencia para esclavizar a cuanto indígena querían.
En 1509 Fernando II y sus representantes mandaron a establecer un puesto permanente en Cubagua para la explotación de perlas. Nueva Cádiz recibió de esa manera un carácter oficial. Las perlas eran llevadas de allí a La Habana y San Juan para su posterior envío a España.
1511-1528
Leyes para la conquista de América
A partir de 1511 se prohibió la inmigración de mujeres españolas solteras a América salvo permiso discrecional de la Casa de Contratación de Indias. Esto contribuyó al rápido mestizaje: muchos conquistadores y colonos buscaron por fuerza o sin ella parejas entre las indígenas de la región.[6]
Las Leyes de Burgos de 1512 establecieron una serie de principios bajo los que supuestamente se regiría la conquista en América. Entre ellos se dictaminaba que los indios serían libres, pero a la vez que se les podía obligar a trabajar con tal que el trabajo fuera justo y que el pago se podía dar en especias. También se establecía el Requerimiento, lo que de facto legalizaba ante el colonizador español la esclavitud de los indígenas que se negasen a aceptar el evangelio.
Primeros intentos en la zona oriental
Mochima: cerca de esta zona establecieron los franciscanos su primera misión en Tierra Firma. Desde allí tratarían de evangelizar a los indígenas y defenderlos de los esclavistas y explotadores de perlas
Los misioneros franciscanos llegaron a las costas de Cumaná a más tardar en la segunda década del siglo. En los siguientes años los monjes consiguieron expandir la misión poco a poco, aunque tuvieron que contar con constantes ataques por parte de los indígenas.
Gonzalo de Ocampo llegó a costas de Venezuela, en lo que sería Cumaná, en la segunda década del siglo XVII. Allí estuvo activo en la pacificación de los habitantes para explotarlos en la explotación de las perlas. Gonzalo de Ocampo estuvo en conflicto permanente con Bartolomé de las Casas.
Bartolomé De Las Casas trató desde 1516 establecer una colonia en lo que sería Cumaná en la que los indios pudiesen coexistir de manera pacífica con los europeos y recibiendo pago justo por su trabajo.
Los europeos en torno a de Ocampo y otros explotadores de las perlas siguieron esclavizando indígenas, lo que provocó la reacción violenta de estos y fue usado por los colonos para justificar la continuación de la esclavitud.
En 1519 los misioneros tenían dos iglesias en la zona de Cumanacoa. Desde allí querían no solo evangelizar a los indígenas, sino también oponerse a las cazas de esclavos que realizaban aventureros europeos desde hacía años.
En 1520 se produjo una rebelión de indios provenientes de Cumaná y la población de Nueva Cádiz tuvo que ser evacuada temporalmente, pero poco después los habitantes volvieron.[7] Después de muchos percances, De Las Casas llegó finalmente a costas venezolanas en 1521. De Las Casas abandonó Venezuela a comienzos de 1522.
Reacción de los indígenas, contra frailes y soldados, después de las masacre de Gonzalo de Ocampo en 1521, cuadro de Theodore de Bry
Carlos V decidió crear la Provincia de Margarita en 1525. En ese año Pedro de Alegría funda la comuna de San Juan en la isla.
Grupos de colonizadores explotaron a los indígenas y esclavos africanos para la pesca de perlas. La isla de Coche proporcionaba al comienzo de la conquista unos 1500 marcos en perlas mensualmente. El quinto que se imponía a la explotación de perlas llegó a 15000 ducados, lo que era una suma gigantesca.
En 1525 de Villalobos, oidor de Santo Domingo, obtuvo de Carlos I la gobernación de Margarita, pero murió al año siguiente sin establecerse en Margarita. Su viuda, Isabel Manrique tomó el cargo de gobernadora en nombre de su hija Aldonsa, menor a la que recaía el cargo del padre. En 1526 Isabel Manrique ordenó el establecimiento de un fuerte en lo que luego sería Porlamar. Isabel, Aldonza y luego la hija de esta, Marcela, serían las gobernadoras de la Provincia de Margarita, aunque mandarían desde Santo Domingo a través de tenientes. Solo fue esta última quien se estableció en Margarita. Aldonza asumiría su cargo cuando se casó, a los dieciséis años, con el conquistador Pedro Ortiz de Sandoval. Su hija, Marcela, asumiría la gobernación cuando se casó a los 14 años con Juan Gómez de Villandrando.
Para 1530 el valor anual de las perlas exportadas de la zona de Margarita llegaba a más de 800 mil piastras. La isla contaba con unos mil habitantes en 1531, pero ya para entonces el rápido colapso de las cosechas de perla motivó a muchos a mudarse a Margarita. Pese a la prohibición de esclavizar a indios que no fueran "caribes", los indios de Margarita y Cubagua siguieron siendo hechos esclavos por varias décadas.
Fundación de Coro
El gobernador de Santo Domingo envió a Juan Martín de Ampués a Venezuela para acabar con la trata de esclavos en las costas de la región. Juan Martín, en una expedición con 60 españoles, llegó a la zona de Coriana, donde habitaban los caquetíos. Allí procuró entablar amistad con el cacique local, Manaure. Manaure lo recibió con 100 indígenas adornados de penachos, brazaletes de perla y orejeras de ojo. Después de haber realizado un pacto con los indios, Juan Martín de Ampués fundó la ciudad de Coro.[9]
Contexto internacional
El interés de los españoles comenzó a desplazarse hacia las costas de México, adonde había llegado Hernán Cortés en 1518 y donde había comenzado una campaña de conquista algo después. Cortés había conquistado la capital del estado mexica, Tenochtitlán, en 1521 y ya para finales de los años veinte los europeos explotaban México, que tenía una mayor economía que la que existía entre los diferentes pueblos encontrados en las costas venezolanas.
1529-1546
Los Welser en Venezuela
Carlos I, en peremne necesidad de recursos financieros para sus campañas, decidió otorgar a la casa de banqueros de los Welser la explotación de la provincia de Venezuela. Estos banqueros ya tenían una sede en Santo Domingo. Los siguientes años serían conocidos como los tiempos de la colonia alemana en Venezuela. En realidad la actividad de los Welser se concentró en la búsqueda de oro y la trata de esclavos y durante ella los españoles continuaron realizando exploraciones y fundaciones.
Desde 1529 hasta 1538 los Welser registraron la exportación de unos 1005 indígenas, aunque el rey ya había prohibido la esclavitud de indios en 1528. Los Welser, en contra a las condiciones estipuladas en el contrato de colonización, se dedicaron ante todo a la búsqueda del Dorado y a la esclavitud de los indígenas. Esto y la competencia por intereses económicos produjo un conflicto constante con los colonizadores españoles.
Ambrosio Alfinger (Ambrosius Ehdingern), originario de Ulm, se convirtió en el primer gobernador de la provincia. Llegó a Coro en 1529 y desde allí marchó hacia el Occidente. En la entrada de un lago atacó a las tribus de la zona y realizó la primera fundación oficial de la ciudad de Maracaibo el 8 de septiembre de 1529. De allí, Alfinger regresó con malaria a Coro. Una vez en esa ciudad, dejó a Nicolás Federmann como su representante el 30 de julio de 1530 y partió a Santo Domingo para recuperarse.
En septiembre de 1530 Federmann decidió salir de esta ciudad sin autorización de la Audiencia de Santo Domingo para efectuar una expedición exploradora. Lo acompañaban 110 soldados de a pie, 16 caballeros y unos 100 indígenas. Iban por los Llanos venezolanos en búsqueda del „Mar del Sur". En febrero de 1531 tuvieron que volver hacia Coro. La tropa estaba enferma y cansada de guerras con los indígenas. Los nativos ahora huían de sus poblaciones y destruían sus provisiones para no dejarlas a los europeos. De vuelta, cruzaron por el valle de Barquisimeto, donde los indios caquetíos los atendieron de manera amigable. De allí siguieron por el río Yaracuy. Federmann escribió que los indígenas los hicieron marchar por caminos errados. Federmann mandó a descuartizar a dos de ellos para infundir miedo a los otros y hacer que estos les indicasen el camino correcto a Coro, pero los indígenas dijeron que preferían morir primero que ser prisioneros de los europeos. Estos siguieron su camino. Cuando estaban a punto de desfallecer por hambre, hallaron un jaguar que a duras penas pudieron matar y comer.[12] En marzo llegaron los pocos sobrevivientes a Coro. Federmann salió a Alemania, donde estaría 4 años y escribiría un informe sobre la expedición.
Unos meses después, el 1 de septiembre, Alfinger partió de Coro con 40 hombres de a caballo, 130 de a pie y algunos soldados a una expedición en búsqueda del Dorado hacia el Oeste. Su expedición volvió por el camino de la costa, cruzó el lago de Maracaibo y las montañas de Oca hasta entrar en Valledupar. Finalmente decidieron pedir ayuda. Una expedición volvió para buscar ayuda en Coro, pero en vez de seguir a lo largo del Lago de Maracaibo, se internó en los pantanos y se perdió. Oviedo relata que ese grupo comenzó a perecer de hambre y cansancio y al final empezó a practicar el canibalismo con los indígenas que les servían de guía. Uno de los soldados, un Francisco Martín, fue socorrido por los indígenas de la región de Mérida.
Alfinger murió el 31 de mayo 1533 en Chinácota, entre Pamplona y Cúcuta, por las flechas de los indígenas chicarateros. El resto de la tropa, visto que la expedición de búsqueda de rescate no regresaba, decidió tomar el camino de vuelta. En la vía encontraron a Francisco Martín, que se había integrado a una tribu indígena. Este les prestó ayuda y los acompañó a Coro.
Diego de Ordás en el Orinoco
Por su parte, Diego de Ordás oyó hablar de un posible El Dorado y se dirigió en 1530 a Venezuela. En 1531 llegó al Delta del Orinoco. En junio realizó su viaje remontando el Orinoco en varias embarcaciones menores hasta llegar al río Meta y de allí hacia los Raudales de Atures del Orinoco. Durante ese tiempo la expedición terminó por crear animosidad entre las poblaciones indígenas. En los Raudales de Atures Ordás se vio obligado a ordenar la retirada bajo presión de sus hombres. Al llegar a la costa del Caribe, se vio envuelto en discusiones con los colonos de la zona, que disputaban su derecho de exploración. Estos lo enviaron a Santo Domingo como prisionero.[13] Jerónimo de Ortal (o Dortal), antiguo tesorero de Ordás, llegó a la Península de Paria en octubre de 1534. De allí partió con Alonso de Herrera por el Orinoco para continuar la exploración de Ordás en búsqueda de oro. De Ortal se dirigió primero a Cubagua para buscar refuerzos y de Herrera, en vez de esperarlo, partió por el Orinoco, alcanzó el Meta, pero fue muerto por indígenas. Sus acompañantes volvieron para encontrarse con Ordal, quien realizó una nueva expedición y al llegar al punto donde de Herrera había muerto se convenció de que no habría oro y desistió finalmente. Aun así, el mito continuaría.
Las tropas con Jorge de Spira y Philipp von Hutten llegaron a Coro en la nave La Trinidad en febrero de 1535
Continuación de la búsqueda del Dorado
El 7 febrero de 1535 llegó Georg Hohermuth (Jorge de Spira) a Coro junto a una tropa de 600 personas y Philipp von Hutten. Estos decidieron enviar una fuerza expedicionaria hacia la zona de Barquisimeto. El 13 de mayo partieron doscientos soldados.[14] Cuando llegaron a Barquisimeto, las primeras tropas se hallaban en retirada porque no podían dominar los grupos indígenas. En total había cuatrocientos hombres de a pie y 40 caballeros en búsqueda del Dorado. Los siguientes meses estuvieron en permanente guerra con los indígenas. Con él andaban Esteban Martín y Philipp von Hutten. Las tropas tomaron el camino de Acarigua. Las enfermedades tropicales y el ambiente tan distintinto al que no estaban preparados condujo a que la mitad de los soldados enfermara. Tuvieron que esperar hasta enero de 1536 para continuar, con tan solo 150 soldados de a pie y 49 de a caballo. El resto se quedó con Andreas Gundelfinger en el pueblo indígena de Ithibona. Los soldados siguieron hacia el sur de los Llanos.
Jorge de Spira murió en 1540 cuando iba a partir en una nueva entrada. Había querido unirse a una tropa de avanzada que se hallaba en Barquisimeto bajo órdenes del capitan Lope Montalvo de Lugo. En 7 de noviembre de ese año, llegó a Coro el obispo Ridrigo de Bastidas desde Santo Domingo. Con él llegaron 200 nuevos soldados y 150 monturas. Al hallar a de Spira muerto, Rodrigo de Bastidas nombró a von Hutten como gobernador temporal.
El final de Nueva Cádiz
En 1541 un fuerte maremoto destruyó la ciudad de Nueva Cádiz. Dos años después, piratas franceses atacaron la región. Esto provocó el éxodo definitivo de los habitantes de Cubagua a la isla de Margarita y a tierra firme y contribuyó a la conquista de otras zonas.
El final de los Welser
Philipp von Hutten permaneció hasta enero 1542 en Barquisimeto a la espera de que más hombres se unieran a su expedición. Entonces procedió hacia los Llanos. Para agosto había llegado al río Opía. Allí se enteró de que las tropas de Quesada habían cruzado hacia los Andes en búsqueda del Dorado y los siguió hacia Navidad del 42, cuando entró en territorio de los indios choques. En 1545 Philipp von Hutten llegó a la conclusión de que no podía conquistar la zona sin más refuerzos y emprendió el regreso hacia Venezuela.
La administración de los Welser fue enfrentada por los españoles en el área, que los acusaban de incumplicar con la tarea de colonización, entre otras cosas. El conflicto final en territorio venezolano empezó cuando Juan de Carvajal, que vivía en Coro, se dirigió en 1545 a la zona de El Tocuyo con varios colonos y allí se puso a distribuir a los indígenas según el sistema de la encomienda.[16] En 1546 Philipp von Hutten, al regresar del reino de los omaguas, pasó por la zona. Al hallar allí la población fundada por Juan de Carvajal, Philipp entró en disputa con este. Aunque Philipp von Hutten y su grupo recibieron permiso para continuar su camino, de Carvajal y los suyos les tendieron una trampa poco antes de llegar a Coro y los mataron. Cuando el licenciado Frías se enteró en Cubagua sobre lo ocurrido con von Hutten, viajó a Coro para apresar a Carvajal. Mientras estaba allí armándose, llegó Juan Pérez de Tolosa, enviado por el rey como nuevo gobernador para reemplazar a los Welser. Juan Pérez de Tolosa marchó rápidamente a El Tocuyo y allí detuvo a Carvajal en seguida les hizo juicio a de Carvajal y a su teniente, Juan de Villegas. Del juicio Juan de Villegas resultó inocente por haberse opuesto a la violencia de Carvajal, mientras que este fue declarado culpable y ahorcado.
A partir de allí los Welser perdieron el control real de la provincia. Durante los siguientes años la familia Welser sostuvo peleas legales para vengar a los asesinados y recuperar sus derechos. En 1556, con la muerte de Carlos I, los Welser perdieron definitivamente estos derechos de explotación.
1547-1600
Aumento de la colonización y fundación de ciudades tierra adentro
La segunda mitad del siglo XVII vio un aumento en el grado de colonización de Venezuela, aunque el nivel no alcanzó al que recibían México o el Perú.
Entrada de Alonso Pérez hacia la Cordillera
El nuevo gobernador, al ver que no había suficientes encomiendas para los españoles que ya había, envió a su hermano, Alonso Pérez, junto a 100 soldados y Diego de Losada, a conquistar tierras en las montañas andinas. Alonso salió a principios de febrero de 1547. Tomaron el camino del río Tocuyo y cruzaron el río de Zazaribacoa. Los hombres que seguían a Alonso Pérez se opusieron a continuar a las montañas por lo difícil del relieve y consiguieron que se tomase hacia los Llanos. Cuando llegaron al río Apure, decidieron establecerse unos días allí. En una mañana fueron atacados por un grupo de indios, pero consiguieron rechazarlos. Un soldado fue muerto y veinte resultaron heridos. De allí Alonso continuó a lo largo del Apure hacia la cordillera. Como carecían de comida, envió a un grupo de cuarenta soldados a cargo del capitán Romero a buscar poblaciones indígenas a las que robar alimento. Capturaron indígenas, maíz, raíces comestibles y mantas de algodón. Los españoles atacaron la tribu de Tovoros poco después. De allí prosiguieron por el río Apure hacia el valle de San Cristobal, donde procedieron a atacar los pueblos indígenas. Luego cruzaron el río de San Cristobal y atacaron a otro grupo indígena que se había tratado de refugiar en la cima de un cerro en la zona de Táriba. Allí Alonso Pérez y otros resultaron heridos y perdieron seis caballos. Las únicas posesiones que encontraron les resultaron sin valor, por lo que siguieron su camino a través del valle de Capacho hacia el valle de Cúcuta.
Expediciones de De Villegas
En 1548 el andalúz Juan de Villegas fundó en lo que sería la costa occidental de Carabobo el pueblo de Borburata. Los indios de la zona fueron sometidos y distribuidos por encomiendas a partir del 1547. De Villegas volvió a Borburata en 1551 e instaló el primer cabildo del pueblo. Ya para 1551, el cabildo escribió al rey español "que todos los indios de esta gobernación están repartidos". A comienzos de ese año, De Villegas envió a un grupo de soldados encabezados por Damián del Barrio a fundar una población en Nirgua, donde se tenía noticias de la existencia de minas de oro. Damián mandó muestras de oro de la mina que encontró y esto motivo a De Villegas a visitar el sitio para darse una mejor idea. De Villegas decidió fundar en 1552 la ciudad de Nueva Segovia de Barquisimeto entre El Tocuyo y Nirgua con el fin de establecer un puesto de españoles para dominar la región.
Un esclavo negro de las minas de oro, Miguel, logró alzarse en 1553, matar a gran parte de los mineros españoles y reunir un grupo de unos 180 negros e indios. Después de esto, se proclamó rey. Marchó con sus aliados a Barquisimeto, donde asesinaron a un par de europeos. Los vecinos de Barquisimeto y El Tocuyo consiguieron defenderse y acabar con Miguel y varios de sus seguidores y volver a esclavizar a los otros.
Siguieron otras entradas en regiones que los conquistadores consideraban fértiles o con un potencial minero. En 1554 los españoles trataron de establecerse en el valle de Nirgua, pero fueron rechazados por los jirajaras.
Francisco Fajardo, un mestizo nacido en Margarita, desembarcó en 1555 en la zona de Chuspa, actual estado Vargas, y comenzó una entrada conquistadora en el valle de Caracas, aunque se retiró al poco tiempo. Alonso Díaz Moreno fundó Valencia en marzo de ese año al oeste del Lago de Tacarigua. Había llegado allí encomendado por el gobernador, Alonso Arias de Villasinda, que era originario de la ciudad mediterránea de Valencia. Los españoles buscaban un lugar más resguardado de ataques piratas que el pequeño puerto de Borburata.
Alonso Arias de Villasinda mandó a Diego de Paradas a pacificar a los jirajaras en la zona de Nirgua. La lucha contra estos indios se prolongó hasta bien entrado el siglo XVII.
Entradas por Occidente
Mientras tanto, el explorador Juan Rodríguez Suárez, originario de Mérida española, marchó desde Cúcuta hacia el Oriente y fundó la ciudad de Mérida en 1559. Juan Maldonado, enemigo de este, mandó un comando de 60 soldados que hicieron preso a Rodríguez. Maldonado mandó a mudar la ciudad a su sitio actual. Juan Maldonado pasó a fundar la ciudad de San Cristobal en 1561.
Juan Maldonado
Los Teques
En 1560 Francisco Fajardo volvió a la zona central de Venezuela desde Margarita. De la población indígena de Caruao pasó a Valencia y de allí, con un grupo pequeño, tomó hacia el Valle del Tuy, donde tuvo contacto con el cacique Terepaima, al que logró calmar al hablarle de su madre indígena. Volvió a Valencia y desde ese poblado pidió refuerzos al gobernador Pablo Collado, que estaba en El Tocuyo. Este le envió treinta soldados. Con estos y ganado que traía, estableció un caserío y hato a orillas del río Guaire. Llamó al lugar Valle de San Francisco. El hato fue abandonado poco después por la resistencia de los indígenas de la zona.
Lope de Aguirre
La presencia española en las costas de Venezuela era precaria. Después de que la explotación de perlas comenzase a colapsar en Margarita y se descubrieran nuevas fuentes de riqueza en México, el gobierno español se enfocó en esas otras regiones. Es así como en 1561, cuando el conquistador rebelde Lope de Aguirre llegó a Margarita, logró tomar la isla con facilidad. Su tropa realizó matanzas en la isla. De allí navegó a Borburata el 7 de septiembre. Desde Borburata comenzó un viaje por tierra que lo llevaría a Valencia. De allí Aguirre partió a Barquisimeto, donde llegó el 22 de octubre. En los siguientes días se produjo una serie de escaramuzas con los españoles de la región que querían someterlo. El 27 sería muerto por uno de sus seguidores, no antes de que hubiese matado a su propia hija, que lo había acompañado en su travesía desde el Perú.
Oriente
En 1562 Pedro González Cervantes de Albornoz fundó la ciudad de Asunción en Margarita, después de agrupar a colonos tras el ataque de Lope de Aguirre. Ese mismo año, González Cervantes fundó la ciudad de Nueva Córdoba, que décadas después se llamaría Cumaná nuevamente.
Diego de Losada
Estatua de Guaicaipuro, uno de los caciques que se opusieron a la invasión española
Fundación de Caracas
En 1567 Diego de Losada entró en el valle de los caracas. Las tropas españolas tuvieron un enfrentamiento con las tribus indígenas el 25 de julio de ese año, la Batalla de Maracapana. Ese se considera como el día de fundación de la ciudad de Santiago de León de Caracas. El 8 de septiembre del mismo año, de Losada fundó el puerto de Nuestra Señora de Carballeda (actual Caraballeda) en la costa. En 1568 ya había unos 40 colonos.
En 1569 Pedro Malaver de Silva partió de España con seiscientos soldados, de los que unos 100 iban con sus esposas e hijos, 300 esclavos, 200 caballos, 500 vacas, 1000 ovejas y 200 cochinos y cabras para colonizar Venezuela. Después de un difícil viaje, desembarcó en Margarita en mayo de 1569. Allí se quedaron 150 colonos. De allí partió a Borburata. Pasó a Valencia y allí lo abandonaron muchos colonos que venían con sus familias.[18] Estos se establecieron por toda la región.
Juan de Pimentel llegó a Caraballeda en 1576 para ser el nuevo gobernador. De allí partió al valle de Caracas. Allí decidió en 1578 convertir el pueblo en nueva capital de la provincia de Venezuela.
Expediciones contra cumanagotos
En 1579 y 1580 Garci González de Silva realizó dos expediciones contra los indios cumanagotos en la zona de los Valles del Tuy. En la primera, González tomó por el Valle del Tuy hacia los Llanos y de allí hacia el Norte hasta llegar a río Unare, donde se enfrentó con grupos indígenas que habían llegado allí en piraguas. Después de vencerlos y provocar la retirada de los sobrevivientes, estableció un fuerte con una treintena de soldados que llamó Espíritu Santo. De allí tomaron hacia la montaña. Por todo el camino los indios los atacaron con flechas. Al caer la tarde llegaron al pueblo de Utuguane, que los indios habían prendido en llama para evitar que los españoles lo usasen para descansar. Los europeos se dieron cuenta de que había un magüey con indios que cuidaban el acceso para evitar que los invasores tomaran agua. Un grupo de soldados tomó el sitio e hizo preso a los indios, quienes revelaron que los cumanagotos habían pedido ayuda a los chaimas, chacotapas y cores.
Garci González fue con sus tropas en búsqueda de los guerreros indígenas y los halló en una planicie donde estaba la población aborigen de Cayaurima. Allí dividió su tropa en dos escuadras y procedió al ataque con arcabuces y hombres de caballo contra las flechas y hondas con piedras. Cuando los españoles penetraron a la aldea, indios ocultos prendieron llama. De allí y con algunas pérdidas los soldados dudaban en seguir el ataque. Una noche, los indígenas que les prestaban ayuda decidieron huír y eso motivó a los españoles a regresar definitivamente. Cuando llegó a Espíritu Santo, se encontró con un mensaje del gobernador, Juan de Pimentel, quien le decía que si no podía acabar rápido con los cumanagotos volviese para enfrentar a los quiriquires. Decidieron dejar el fuerte recién fundado y marchar por el valle de Caucagua hacia el valle de los quiriquires. Estos los recibieron de manera pacífica inicialmente. González decidió establecer un nuevo Espíritu Santo en el río Itecuao. Cuando los indígenas vieron que los españoles se establecían allí, comenzaron a rechazarlos y se pusieron a destruír sus propias sementeras para que los invasores no las aprovechasen. Los españoles contraatacaron y acuchillaron y ahorcaron a los cabecillas. Al final, los quiriquires tuvieron que aceptar el vasallaje. Garcí González volvió a Caracas entonces. Poco tiempo después, diversas discusiones entre los colonos provocaron que unos se fuesen a Valencia y otros volviesen a Caracas (entonces llamada Santiago).
Epidemias
Los indígenas de estas regiones sufrieron de manera masiva la llegada de enfermedades para las que no tenían resistencia inmunológica. Entre las epidemias más conocidas destacan la de viruela que se produjo en 1580, al parecer cuando un buque portugués llegado de Guinea con esclavos africanos trajo la epidemia. También hubo otras epidemias que afectaron las poblaciones indígenas finales del siglo XVI.
Poco a poco, los indígenas fueron desplazados de las mejores zonas de cultivo. En 1583 la comarca de Valencia sufrió el ataque de tribus caribes que venían del sur.[20] Garci González de Silva rechazó esta incursión.
Últimas acciones del siglo XVII
En la última década del siglo XVI los españoles comenzaron a establecer encomiendas en los Valles de Aragua y a establecerse en los Llanos. En 1591 un grupo comandado por portugueses se establecieron en Guanare. En 1595 los españoles que venían del Valle de Caracas en búsqueda de tierras para explotar oro y usar la mano de obra indígena fundaron San Juan de los Morros.
Los españoles también aumentaron su expansión en la zona al oeste de Cumaná, en territorio de los indígenas palenques y cumanagotos. En 1594 los europeos fundaron Clarines.
Siglo XVII
En el siglo XVII aumentó el ritmo de creación de misiones para cristianizar a los indígenas e incorporarlos al sistema colonial. También se incrementó el número de pueblos que se fundaban a partir de antiguas encomiendas.
En 1620 los misioneros fundaron San Miguel de Acarigua, en los Llanos Occidentales. Ese mismo año los colonos fundaron San Mateo en terrenos de una encomienda.
En 1628 los españoles consiguieron exterminar los últimos grupos de resistencia de indígenas jirajaras en el área de Yaracuy y establecieron una población en Nirgua, donde pensaban explotar oro.
Miguel de Urbés, lugarteniente de Juan de Orpín, fundó la ciudad de Zaraza, como San Miguel de la Nueva Tarragona del Batey, en 1645.
Hubo un conflicto constante entre las fuerzas militares y las órdenes de los misioneros, que se disputaban el poder y discutían sobre la mejor manera de administrar las regiones.
Resistencia indígena en el siglo XVII
Hacia 1661 los jesuítas comenzarían a establecer un programa para misionar en los Llanos Venezolanos.
Hacia 1663 el cacique Chiparara consiguió organizar grupos caribes y otomacos en los Llanos de Guárico para contra-atacar a las fuerzas colonizadoras españolas. Después de vencidos, hacia 1653, los grupos caribes y otomacos se retirarían hacia el sur o se perderían cohesión y serían poco a poco asimilados. Poco a poco los misioneros seguirían estableciendo misiones a lo largo de los Llanos. En 1694 se estableció de hecho la ciudad de Nuestra Señora de Altagracia de Orituco.
En el siglo XVII la mayor parte de Venezuela estaba ya bajo control de la corona española de hecho. Solo al sur del Orinoco quedaban fuerzas indígenas independientes se resistían a la penetración europea. También la zona del Delta resultaba difícilmente penetrable para las autoridades españolas y allí permanecieron de manera independiente los pueblos waraos.
Solano y otras expediciones
Los portugueses realizaron numerosas expediciones para esclavizar a los indígenas en territorio español. Las expediciones del gobernador español de la provincia de Venezuela, José Solano, en el Orinoco en 1754 y el establecimiento de bases españolas en el Alto Orinoco en las décadas siguientes terminaron por definir el territorio español y frenarían el avance portugués por la zona del río Negro. Las expediciones de los portugueses para esclavizar indígenas se terminaron hacia 1756 por la presencia de las misiones.[22] Solo la frontera suroriental quedó sin delinear, lo que permitiría la expansión de Brasil hacia el Norte tras la independencia de Venezuela.
José Solano y Bote, explorador y gobernador de Venezuela hasta 1770
Población autóctona actual
La conquista produjo cambios significativos en la estructura social, económica, religiosa, cultural y política de los aborígenes. Muchos de los grupos que habitaban este territorio a la llegada de los europeos, perdieron su independencia, quedando sometidos bajo condición de esclavos o vasallos de la corona. La mayoría de estos indígenas perecieron como consecuencia de las guerras, del trabajo forzado y de las enfermedades. Otros huyeron hacia regiones inaccesibles fuera del alcance de los conquistadores, ocupando algunas áreas selváticas.[cita requerida] Por otro lado, estos indígenas fueron desapareciendo como etnia al iniciarse el proceso de mestizaje con españoles y negros.
Los grupos indígenas que lograron sobrevivir y no fueron asimilados por la población mayoritaría se constituyeron en los antepasados de la población indígena actual. Ésta se estima en 307.576 personas, que integran alrededor de 45 pueblos ubicados en determinadas zonas de los estados Zulia, Apure, Bolívar, Anzoátegui, Monagas, Sucre, Amazonas y Delta Amacuro. La mayoría de estos pueblos se encuentran ubicados en zonas fronterizas con Guayana, Brasil y Colombia, conservando sus condiciones y modo de vida tradicionales. Otros han migrado hacia los centros poblados rurales y urbanos, conformando barrios marginales indígenas.
Las comunidades indígenas venezolanas aún existentes han conservado, en parte, las formas tradicionales de vida heredadas de sus antepasados precolombinos y varias decenas de sus idiomas.
Johan Mendoza
CI 19501216
EES
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