jueves, 7 de abril de 2011

La conquista y colonización del territorio de Venezuela


La conquista y colonización del territorio de Venezuela por los europeos comenzó durante el tercer viaje de Cristobal Colón a América, cuando llegó a la costa oriental del país. La conquista de lo que sería Venezuela tomó más de un siglo y se diferencia de la realizada en México o el Perú debido a la ausencia de un estado indígena dominante y una infraestructura extensa. La falta de un gobierno unificado significó que los conquistadores no podían tomar el control de una región muy amplia con tan solo dominar una etnia. Las características geográficas que dificultaban la colonización de los Llanos y del territorio al sur del Orinoco también dificultaron la penetración de la corona española durante mucho tiempo. El presente artículo describe en primera instancia los eventos que llevaron a la conquista de Venezuela por los europeos en el siglo XVII, pero que se prolongaron hasta el siglo XVIII.


Las fuentes principales sobre la conquista de Venezuela son la Historia de la conquista y población de la Provincia de Venezuela de Oviedo y Baños, las Crónicas de las Indias y los escritos del gobernador Juan de Pimentel, así como diversos escritos de los Welser.
Primeras naciones

Cuando llegaron los europeos a las costas venezolanas, se encontraron con un gran número de etnias pertenecientes a grupos culturales muy distintos. La densidad demográfica era menor que en estados con un nivel más avanzado de agricultura como en América Central y en la zona de dominio inca en los Andes. En la zona de los Andes y en la costa había cultivos de maíz, algodón y de diversos tubérculos.

Los grupos indígenas poseían un nivel de sedentarización relativamente reciente y salvo por el uso de metal para fabricar ornamentos no habían desarrollado la metalurgia. Las principales armas que usaban eran arcos y flechas y lanzas. Su desarrollo tecnológico no había llegado a tal punto de que tuviesen armas comparables a las de los europeos como las armas de fuego o espadas de acero. Tampoco tenían un sistema inmunológico preparado para defenderse de los gérmenes creados en miles de años de urbanismo como era el caso en el lugar de origen de los colonizadores, en Eurasia.
De centro a oriente se distinguían, entre otras, las etnias caribes de los meregotos y los caracas en la zona del Valle de Aragua al Valle del Tuy, los palenque y cumanagotos a partir de allí hasta la zona del río Neverí y los chaimas y parias en la zona oriental, en las penínsulas de Araya, Paria y al sur de estas.[2] Estos grupos serían en general ramas de la familia lingüística caribe. Otros grupos como los waikeríes se hallaban en las islas de Margarita, Cubagua y parte de la costa y los waraos vivían en la región que se extiende de Paria a todo el Delta del Orinoco

En la zona occidental de lo que hoy en día es Venezuela predominaban los grupos de etnias arawacas. En la zona de los actuales estados Falcón, Yaracuy y Lara habitaban, entre otros, los caquetíos, del grupo arawaco, así como los jirajaras y guayones, de la familia lingüística jirajarana.

Las etnias de los Llanos por lo general no practicaban la agricultura, sino que se concentraban en la caza, la pesca y la recolección. Usualmente su organización política no constituía más que el clan familiar.

Entre los grupos mayores en esta zona se hallaban los otomacos, quienes estuvieron en permanente conflicto con los grupos caribes.

Alexander von Humboldt puso en duda la fiabilidad de los primeros datos sobre tribus porque los primeros colonizadores frecuentemente confundían entre topónimos, nombres propios de personas, nombres de etnias y otras palabras.

Primeras expediciones

Cristobal Colón llegó en su tercer viaje a Suramérica. A comienzos de agosto de 1498 las naves de su expedición llegaron a la zona de Trinidad. De allí se acercó a la costa frente al Delta del Orinoco y se dirigió hacia Golfo de Paria. El 4 de agosto los europeos pisaron por primera vez tierra firma en Suramérica. De allí las naves continuaron hacia la isla de Margarita y de Cubagua. El quince de agosto partió de la altura de Margarita de vuelta a La Hispaniola.


Viajes de Alonso de Ojeda

Alonso de Ojeda realizó un primer viaje detallado de reconocimiento de la costa venezolana en 1499. La expedición llegó al Delta del Orinoco en junio. Visitaron la isla de Trinidad, la isla de Margarita y las Penínsulas de Paria y Araya y siguieron bordeando la costa. En la zona de Chichiriviche tuvieron un encuentro violento con los indígenas de la zona, que resultó en la muerte de uno de sus hombres y heridas para otros. El 9 de agosto llegaron al Cabo de San Román, en la península de Paraguaná. El 24 de agosto de 1499 llegaron a la entrada del Lago de Maracaibo. El piloto y cartógrafo Juan de la Cosa participó en este viaje y desarrolló el primer mapa de la costa venezolana.
 
En junio de 1499 Pedro Alonso Niño partió de Puerto de Palos con otra expedición junto a los hermanos Luis y Cristobal Guerra. Estos también llegaron a la zona del Golfo de Paria. De allí partieron a Margarita, donde cargaron perlas como si fuera paja. De allí se dirigieron al Golfo de Cariaco, donde llegaron al puerto de Cumanagoto. Allí intercambiaron con indios que venían en piraguas oro y perlas por cascabeles, cuchillos y chaquiras'.[3] La expedición de Niño permitió a los españoles percatarse de las ricas salinas de Araya. De allí continuaron hacia Occidente y desembarcaron en Coriana, donde luego se fundaría una ciudad. Los 33 tripulantes se mantuvieron unos 20 días allí, siendo agasajados por los indígenas, con los que volvieron a intercambiar objetos de poco valor en Europa por oro y perlas. Después de ser atacados por indios en la zona entre Maracaibo y el Cabo de la Vela, volvieron hacia Araya y de allí regresaron a Europa, donde llegaron en las costas de Galicia el 6 de febrero de 1500.

El descubrimiento de una gran riqueza de perlas en los mares entre Margarita y Tierra Firme propulsó el establecimiento de bases españolas en la zona. Es así como estos fundaron Nueva Cádiz como un poblado en la isla de Cubagua en 1500.

En 1501 un grupo de monjes franciscanos estableció una misión en lo que hoy en día es Cumaná. Esta misión fue atacada en numerosas oportunidades por los indígenas de la zona. A comienzos de ese año llegó otra expedición, compuesta de dos naves, con Rodrigo de Bastidas y Juan de la Cosa, que realizaron trueques con los indígenas desde Cabo de la Vela hasta el Golfo de Darién.

En 1502 De Ojeda realizó un nuevo viaje a Venezuela siguiendo un trayecto similar. Iba junto a los mercaderes Juan de Vergara y García de Campos, que habían conseguido fletar cuatro carabelas. Los navíos se separan y la falta de víveres hizo que uno de los grupos se decidiera a atacar el 2 de abril un asentamiento indígena en la zona de Cumaná. Allí mataron a 78 indígenas y perdieron a uno de los suyos.[4] El 3 de mayo de 1502 fundaron el primer poblado español en Suramérica, en la Goajira. Los europeos atacaron a los habitantes autóctonos, que se defendieron. Este conflicto y las disputas internas provocaron el abandono de aquella población. Los socios de De Ojeda lo pusieron preso y juntos zarparon a La Hispaniola, donde De Ojeada permanecería detenido hasta 1504.

Esclavitud indígena

La corona de Castilla declaró que los indios eran vasallos libres. En 1503, sin embargo la reina Isabel otorgó una licencia para esclavizar a los indios caribes so pretexto de ser caníbales y rebeldes. En realidad los colonizadores europeos usaron esta licencia para esclavizar a cuanto indígena querían.
 



En los primeros tiempos en Venezuela, los indígenas eran obligados a sumergirse en las aguas de Margarita y Tierra Firme para recuperar perlas. Estas perlas se constituyeron en una de las primeras bases de riqueza de la Corona Española en América en las primeras décadas de la conquista, como documentó Alexander von Humboldt.

En 1509 Fernando II y sus representantes mandaron a establecer un puesto permanente en Cubagua para la explotación de perlas. Nueva Cádiz recibió de esa manera un carácter oficial. Las perlas eran llevadas de allí a La Habana y San Juan para su posterior envío a España.

1511-1528

Leyes para la conquista de América

A partir de 1511 se prohibió la inmigración de mujeres españolas solteras a América salvo permiso discrecional de la Casa de Contratación de Indias. Esto contribuyó al rápido mestizaje: muchos conquistadores y colonos buscaron por fuerza o sin ella parejas entre las indígenas de la región.[6]

Las Leyes de Burgos de 1512 establecieron una serie de principios bajo los que supuestamente se regiría la conquista en América. Entre ellos se dictaminaba que los indios serían libres, pero a la vez que se les podía obligar a trabajar con tal que el trabajo fuera justo y que el pago se podía dar en especias. También se establecía el Requerimiento, lo que de facto legalizaba ante el colonizador español la esclavitud de los indígenas que se negasen a aceptar el evangelio.

Primeros intentos en la zona oriental

Mochima: cerca de esta zona establecieron los franciscanos su primera misión en Tierra Firma. Desde allí tratarían de evangelizar a los indígenas y defenderlos de los esclavistas y explotadores de perlas

Los misioneros franciscanos llegaron a las costas de Cumaná a más tardar en la segunda década del siglo. En los siguientes años los monjes consiguieron expandir la misión poco a poco, aunque tuvieron que contar con constantes ataques por parte de los indígenas.

Gonzalo de Ocampo llegó a costas de Venezuela, en lo que sería Cumaná, en la segunda década del siglo XVII. Allí estuvo activo en la pacificación de los habitantes para explotarlos en la explotación de las perlas. Gonzalo de Ocampo estuvo en conflicto permanente con Bartolomé de las Casas.

Bartolomé De Las Casas trató desde 1516 establecer una colonia en lo que sería Cumaná en la que los indios pudiesen coexistir de manera pacífica con los europeos y recibiendo pago justo por su trabajo.

Los europeos en torno a de Ocampo y otros explotadores de las perlas siguieron esclavizando indígenas, lo que provocó la reacción violenta de estos y fue usado por los colonos para justificar la continuación de la esclavitud.

En 1519 los misioneros tenían dos iglesias en la zona de Cumanacoa. Desde allí querían no solo evangelizar a los indígenas, sino también oponerse a las cazas de esclavos que realizaban aventureros europeos desde hacía años.

En 1520 se produjo una rebelión de indios provenientes de Cumaná y la población de Nueva Cádiz tuvo que ser evacuada temporalmente, pero poco después los habitantes volvieron.[7] Después de muchos percances, De Las Casas llegó finalmente a costas venezolanas en 1521. De Las Casas abandonó Venezuela a comienzos de 1522.

Reacción de los indígenas, contra frailes y soldados, después de las masacre de Gonzalo de Ocampo en 1521, cuadro de Theodore de Bry

Carlos V decidió crear la Provincia de Margarita en 1525. En ese año Pedro de Alegría funda la comuna de San Juan en la isla.

Grupos de colonizadores explotaron a los indígenas y esclavos africanos para la pesca de perlas. La isla de Coche proporcionaba al comienzo de la conquista unos 1500 marcos en perlas mensualmente. El quinto que se imponía a la explotación de perlas llegó a 15000 ducados, lo que era una suma gigantesca.

En 1525 de Villalobos, oidor de Santo Domingo, obtuvo de Carlos I la gobernación de Margarita, pero murió al año siguiente sin establecerse en Margarita. Su viuda, Isabel Manrique tomó el cargo de gobernadora en nombre de su hija Aldonsa, menor a la que recaía el cargo del padre. En 1526 Isabel Manrique ordenó el establecimiento de un fuerte en lo que luego sería Porlamar. Isabel, Aldonza y luego la hija de esta, Marcela, serían las gobernadoras de la Provincia de Margarita, aunque mandarían desde Santo Domingo a través de tenientes. Solo fue esta última quien se estableció en Margarita. Aldonza asumiría su cargo cuando se casó, a los dieciséis años, con el conquistador Pedro Ortiz de Sandoval. Su hija, Marcela, asumiría la gobernación cuando se casó a los 14 años con Juan Gómez de Villandrando.

Para 1530 el valor anual de las perlas exportadas de la zona de Margarita llegaba a más de 800 mil piastras. La isla contaba con unos mil habitantes en 1531, pero ya para entonces el rápido colapso de las cosechas de perla motivó a muchos a mudarse a Margarita. Pese a la prohibición de esclavizar a indios que no fueran "caribes", los indios de Margarita y Cubagua siguieron siendo hechos esclavos por varias décadas.

Fundación de Coro

El gobernador de Santo Domingo envió a Juan Martín de Ampués a Venezuela para acabar con la trata de esclavos en las costas de la región. Juan Martín, en una expedición con 60 españoles, llegó a la zona de Coriana, donde habitaban los caquetíos. Allí procuró entablar amistad con el cacique local, Manaure. Manaure lo recibió con 100 indígenas adornados de penachos, brazaletes de perla y orejeras de ojo. Después de haber realizado un pacto con los indios, Juan Martín de Ampués fundó la ciudad de Coro.[9]

Contexto internacional

El interés de los españoles comenzó a desplazarse hacia las costas de México, adonde había llegado Hernán Cortés en 1518 y donde había comenzado una campaña de conquista algo después. Cortés había conquistado la capital del estado mexica, Tenochtitlán, en 1521 y ya para finales de los años veinte los europeos explotaban México, que tenía una mayor economía que la que existía entre los diferentes pueblos encontrados en las costas venezolanas.

1529-1546

Los Welser en Venezuela

Carlos I, en peremne necesidad de recursos financieros para sus campañas, decidió otorgar a la casa de banqueros de los Welser la explotación de la provincia de Venezuela. Estos banqueros ya tenían una sede en Santo Domingo. Los siguientes años serían conocidos como los tiempos de la colonia alemana en Venezuela. En realidad la actividad de los Welser se concentró en la búsqueda de oro y la trata de esclavos y durante ella los españoles continuaron realizando exploraciones y fundaciones.


 
Desde 1529 hasta 1538 los Welser registraron la exportación de unos 1005 indígenas, aunque el rey ya había prohibido la esclavitud de indios en 1528. Los Welser, en contra a las condiciones estipuladas en el contrato de colonización, se dedicaron ante todo a la búsqueda del Dorado y a la esclavitud de los indígenas. Esto y la competencia por intereses económicos produjo un conflicto constante con los colonizadores españoles.

Ambrosio Alfinger (Ambrosius Ehdingern), originario de Ulm, se convirtió en el primer gobernador de la provincia. Llegó a Coro en 1529 y desde allí marchó hacia el Occidente. En la entrada de un lago atacó a las tribus de la zona y realizó la primera fundación oficial de la ciudad de Maracaibo el 8 de septiembre de 1529. De allí, Alfinger regresó con malaria a Coro. Una vez en esa ciudad, dejó a Nicolás Federmann como su representante el 30 de julio de 1530 y partió a Santo Domingo para recuperarse.


En septiembre de 1530 Federmann decidió salir de esta ciudad sin autorización de la Audiencia de Santo Domingo para efectuar una expedición exploradora. Lo acompañaban 110 soldados de a pie, 16 caballeros y unos 100 indígenas. Iban por los Llanos venezolanos en búsqueda del „Mar del Sur". En febrero de 1531 tuvieron que volver hacia Coro. La tropa estaba enferma y cansada de guerras con los indígenas. Los nativos ahora huían de sus poblaciones y destruían sus provisiones para no dejarlas a los europeos. De vuelta, cruzaron por el valle de Barquisimeto, donde los indios caquetíos los atendieron de manera amigable. De allí siguieron por el río Yaracuy. Federmann escribió que los indígenas los hicieron marchar por caminos errados. Federmann mandó a descuartizar a dos de ellos para infundir miedo a los otros y hacer que estos les indicasen el camino correcto a Coro, pero los indígenas dijeron que preferían morir primero que ser prisioneros de los europeos. Estos siguieron su camino. Cuando estaban a punto de desfallecer por hambre, hallaron un jaguar que a duras penas pudieron matar y comer.[12] En marzo llegaron los pocos sobrevivientes a Coro. Federmann salió a Alemania, donde estaría 4 años y escribiría un informe sobre la expedición.



Unos meses después, el 1 de septiembre, Alfinger partió de Coro con 40 hombres de a caballo, 130 de a pie y algunos soldados a una expedición en búsqueda del Dorado hacia el Oeste. Su expedición volvió por el camino de la costa, cruzó el lago de Maracaibo y las montañas de Oca hasta entrar en Valledupar. Finalmente decidieron pedir ayuda. Una expedición volvió para buscar ayuda en Coro, pero en vez de seguir a lo largo del Lago de Maracaibo, se internó en los pantanos y se perdió. Oviedo relata que ese grupo comenzó a perecer de hambre y cansancio y al final empezó a practicar el canibalismo con los indígenas que les servían de guía. Uno de los soldados, un Francisco Martín, fue socorrido por los indígenas de la región de Mérida.

Alfinger murió el 31 de mayo 1533 en Chinácota, entre Pamplona y Cúcuta, por las flechas de los indígenas chicarateros. El resto de la tropa, visto que la expedición de búsqueda de rescate no regresaba, decidió tomar el camino de vuelta. En la vía encontraron a Francisco Martín, que se había integrado a una tribu indígena. Este les prestó ayuda y los acompañó a Coro.

Diego de Ordás en el Orinoco


Por su parte, Diego de Ordás oyó hablar de un posible El Dorado y se dirigió en 1530 a Venezuela. En 1531 llegó al Delta del Orinoco. En junio realizó su viaje remontando el Orinoco en varias embarcaciones menores hasta llegar al río Meta y de allí hacia los Raudales de Atures del Orinoco. Durante ese tiempo la expedición terminó por crear animosidad entre las poblaciones indígenas. En los Raudales de Atures Ordás se vio obligado a ordenar la retirada bajo presión de sus hombres. Al llegar a la costa del Caribe, se vio envuelto en discusiones con los colonos de la zona, que disputaban su derecho de exploración. Estos lo enviaron a Santo Domingo como prisionero.[13] Jerónimo de Ortal (o Dortal), antiguo tesorero de Ordás, llegó a la Península de Paria en octubre de 1534. De allí partió con Alonso de Herrera por el Orinoco para continuar la exploración de Ordás en búsqueda de oro. De Ortal se dirigió primero a Cubagua para buscar refuerzos y de Herrera, en vez de esperarlo, partió por el Orinoco, alcanzó el Meta, pero fue muerto por indígenas. Sus acompañantes volvieron para encontrarse con Ordal, quien realizó una nueva expedición y al llegar al punto donde de Herrera había muerto se convenció de que no habría oro y desistió finalmente. Aun así, el mito continuaría.

Las tropas con Jorge de Spira y Philipp von Hutten llegaron a Coro en la nave La Trinidad en febrero de 1535

Continuación de la búsqueda del Dorado


El 7 febrero de 1535 llegó Georg Hohermuth (Jorge de Spira) a Coro junto a una tropa de 600 personas y Philipp von Hutten. Estos decidieron enviar una fuerza expedicionaria hacia la zona de Barquisimeto. El 13 de mayo partieron doscientos soldados.[14] Cuando llegaron a Barquisimeto, las primeras tropas se hallaban en retirada porque no podían dominar los grupos indígenas. En total había cuatrocientos hombres de a pie y 40 caballeros en búsqueda del Dorado. Los siguientes meses estuvieron en permanente guerra con los indígenas. Con él andaban Esteban Martín y Philipp von Hutten. Las tropas tomaron el camino de Acarigua. Las enfermedades tropicales y el ambiente tan distintinto al que no estaban preparados condujo a que la mitad de los soldados enfermara. Tuvieron que esperar hasta enero de 1536 para continuar, con tan solo 150 soldados de a pie y 49 de a caballo. El resto se quedó con Andreas Gundelfinger en el pueblo indígena de Ithibona. Los soldados siguieron hacia el sur de los Llanos.

Jorge de Spira murió en 1540 cuando iba a partir en una nueva entrada. Había querido unirse a una tropa de avanzada que se hallaba en Barquisimeto bajo órdenes del capitan Lope Montalvo de Lugo. En 7 de noviembre de ese año, llegó a Coro el obispo Ridrigo de Bastidas desde Santo Domingo. Con él llegaron 200 nuevos soldados y 150 monturas. Al hallar a de Spira muerto, Rodrigo de Bastidas nombró a von Hutten como gobernador temporal.


El final de Nueva Cádiz

En 1541 un fuerte maremoto destruyó la ciudad de Nueva Cádiz. Dos años después, piratas franceses atacaron la región. Esto provocó el éxodo definitivo de los habitantes de Cubagua a la isla de Margarita y a tierra firme y contribuyó a la conquista de otras zonas.

El final de los Welser

Philipp von Hutten permaneció hasta enero 1542 en Barquisimeto a la espera de que más hombres se unieran a su expedición. Entonces procedió hacia los Llanos. Para agosto había llegado al río Opía. Allí se enteró de que las tropas de Quesada habían cruzado hacia los Andes en búsqueda del Dorado y los siguió hacia Navidad del 42, cuando entró en territorio de los indios choques. En 1545 Philipp von Hutten llegó a la conclusión de que no podía conquistar la zona sin más refuerzos y emprendió el regreso hacia Venezuela.

La administración de los Welser fue enfrentada por los españoles en el área, que los acusaban de incumplicar con la tarea de colonización, entre otras cosas. El conflicto final en territorio venezolano empezó cuando Juan de Carvajal, que vivía en Coro, se dirigió en 1545 a la zona de El Tocuyo con varios colonos y allí se puso a distribuir a los indígenas según el sistema de la encomienda.[16] En 1546 Philipp von Hutten, al regresar del reino de los omaguas, pasó por la zona. Al hallar allí la población fundada por Juan de Carvajal, Philipp entró en disputa con este. Aunque Philipp von Hutten y su grupo recibieron permiso para continuar su camino, de Carvajal y los suyos les tendieron una trampa poco antes de llegar a Coro y los mataron. Cuando el licenciado Frías se enteró en Cubagua sobre lo ocurrido con von Hutten, viajó a Coro para apresar a Carvajal. Mientras estaba allí armándose, llegó Juan Pérez de Tolosa, enviado por el rey como nuevo gobernador para reemplazar a los Welser. Juan Pérez de Tolosa marchó rápidamente a El Tocuyo y allí detuvo a Carvajal en seguida les hizo juicio a de Carvajal y a su teniente, Juan de Villegas. Del juicio Juan de Villegas resultó inocente por haberse opuesto a la violencia de Carvajal, mientras que este fue declarado culpable y ahorcado.

A partir de allí los Welser perdieron el control real de la provincia. Durante los siguientes años la familia Welser sostuvo peleas legales para vengar a los asesinados y recuperar sus derechos. En 1556, con la muerte de Carlos I, los Welser perdieron definitivamente estos derechos de explotación.

1547-1600

Aumento de la colonización y fundación de ciudades tierra adentro

La segunda mitad del siglo XVII vio un aumento en el grado de colonización de Venezuela, aunque el nivel no alcanzó al que recibían México o el Perú.

Entrada de Alonso Pérez hacia la Cordillera

El nuevo gobernador, al ver que no había suficientes encomiendas para los españoles que ya había, envió a su hermano, Alonso Pérez, junto a 100 soldados y Diego de Losada, a conquistar tierras en las montañas andinas. Alonso salió a principios de febrero de 1547. Tomaron el camino del río Tocuyo y cruzaron el río de Zazaribacoa. Los hombres que seguían a Alonso Pérez se opusieron a continuar a las montañas por lo difícil del relieve y consiguieron que se tomase hacia los Llanos. Cuando llegaron al río Apure, decidieron establecerse unos días allí. En una mañana fueron atacados por un grupo de indios, pero consiguieron rechazarlos. Un soldado fue muerto y veinte resultaron heridos. De allí Alonso continuó a lo largo del Apure hacia la cordillera. Como carecían de comida, envió a un grupo de cuarenta soldados a cargo del capitán Romero a buscar poblaciones indígenas a las que robar alimento. Capturaron indígenas, maíz, raíces comestibles y mantas de algodón. Los españoles atacaron la tribu de Tovoros poco después. De allí prosiguieron por el río Apure hacia el valle de San Cristobal, donde procedieron a atacar los pueblos indígenas. Luego cruzaron el río de San Cristobal y atacaron a otro grupo indígena que se había tratado de refugiar en la cima de un cerro en la zona de Táriba. Allí Alonso Pérez y otros resultaron heridos y perdieron seis caballos. Las únicas posesiones que encontraron les resultaron sin valor, por lo que siguieron su camino a través del valle de Capacho hacia el valle de Cúcuta.

Expediciones de De Villegas

 

 


En 1548 el andalúz Juan de Villegas fundó en lo que sería la costa occidental de Carabobo el pueblo de Borburata. Los indios de la zona fueron sometidos y distribuidos por encomiendas a partir del 1547. De Villegas volvió a Borburata en 1551 e instaló el primer cabildo del pueblo. Ya para 1551, el cabildo escribió al rey español "que todos los indios de esta gobernación están repartidos". A comienzos de ese año, De Villegas envió a un grupo de soldados encabezados por Damián del Barrio a fundar una población en Nirgua, donde se tenía noticias de la existencia de minas de oro. Damián mandó muestras de oro de la mina que encontró y esto motivo a De Villegas a visitar el sitio para darse una mejor idea. De Villegas decidió fundar en 1552 la ciudad de Nueva Segovia de Barquisimeto entre El Tocuyo y Nirgua con el fin de establecer un puesto de españoles para dominar la región.

Un esclavo negro de las minas de oro, Miguel, logró alzarse en 1553, matar a gran parte de los mineros españoles y reunir un grupo de unos 180 negros e indios. Después de esto, se proclamó rey. Marchó con sus aliados a Barquisimeto, donde asesinaron a un par de europeos. Los vecinos de Barquisimeto y El Tocuyo consiguieron defenderse y acabar con Miguel y varios de sus seguidores y volver a esclavizar a los otros.

Siguieron otras entradas en regiones que los conquistadores consideraban fértiles o con un potencial minero. En 1554 los españoles trataron de establecerse en el valle de Nirgua, pero fueron rechazados por los jirajaras.

Francisco Fajardo, un mestizo nacido en Margarita, desembarcó en 1555 en la zona de Chuspa, actual estado Vargas, y comenzó una entrada conquistadora en el valle de Caracas, aunque se retiró al poco tiempo. Alonso Díaz Moreno fundó Valencia en marzo de ese año al oeste del Lago de Tacarigua. Había llegado allí encomendado por el gobernador, Alonso Arias de Villasinda, que era originario de la ciudad mediterránea de Valencia. Los españoles buscaban un lugar más resguardado de ataques piratas que el pequeño puerto de Borburata.

Alonso Arias de Villasinda mandó a Diego de Paradas a pacificar a los jirajaras en la zona de Nirgua. La lucha contra estos indios se prolongó hasta bien entrado el siglo XVII.

Entradas por Occidente

Mientras tanto, el explorador Juan Rodríguez Suárez, originario de Mérida española, marchó desde Cúcuta hacia el Oriente y fundó la ciudad de Mérida en 1559. Juan Maldonado, enemigo de este, mandó un comando de 60 soldados que hicieron preso a Rodríguez. Maldonado mandó a mudar la ciudad a su sitio actual. Juan Maldonado pasó a fundar la ciudad de San Cristobal en 1561.
Juan Maldonado

Los Teques

En 1560 Francisco Fajardo volvió a la zona central de Venezuela desde Margarita. De la población indígena de Caruao pasó a Valencia y de allí, con un grupo pequeño, tomó hacia el Valle del Tuy, donde tuvo contacto con el cacique Terepaima, al que logró calmar al hablarle de su madre indígena. Volvió a Valencia y desde ese poblado pidió refuerzos al gobernador Pablo Collado, que estaba en El Tocuyo. Este le envió treinta soldados. Con estos y ganado que traía, estableció un caserío y hato a orillas del río Guaire. Llamó al lugar Valle de San Francisco. El hato fue abandonado poco después por la resistencia de los indígenas de la zona.

Lope de Aguirre

La presencia española en las costas de Venezuela era precaria. Después de que la explotación de perlas comenzase a colapsar en Margarita y se descubrieran nuevas fuentes de riqueza en México, el gobierno español se enfocó en esas otras regiones. Es así como en 1561, cuando el conquistador rebelde Lope de Aguirre llegó a Margarita, logró tomar la isla con facilidad. Su tropa realizó matanzas en la isla. De allí navegó a Borburata el 7 de septiembre. Desde Borburata comenzó un viaje por tierra que lo llevaría a Valencia. De allí Aguirre partió a Barquisimeto, donde llegó el 22 de octubre. En los siguientes días se produjo una serie de escaramuzas con los españoles de la región que querían someterlo. El 27 sería muerto por uno de sus seguidores, no antes de que hubiese matado a su propia hija, que lo había acompañado en su travesía desde el Perú.

Oriente

En 1562 Pedro González Cervantes de Albornoz fundó la ciudad de Asunción en Margarita, después de agrupar a colonos tras el ataque de Lope de Aguirre. Ese mismo año, González Cervantes fundó la ciudad de Nueva Córdoba, que décadas después se llamaría Cumaná nuevamente.
Diego de Losada
Estatua de Guaicaipuro, uno de los caciques que se opusieron a la invasión española

Fundación de Caracas

 

 

En 1567 Diego de Losada entró en el valle de los caracas. Las tropas españolas tuvieron un enfrentamiento con las tribus indígenas el 25 de julio de ese año, la Batalla de Maracapana. Ese se considera como el día de fundación de la ciudad de Santiago de León de Caracas. El 8 de septiembre del mismo año, de Losada fundó el puerto de Nuestra Señora de Carballeda (actual Caraballeda) en la costa. En 1568 ya había unos 40 colonos.

En 1569 Pedro Malaver de Silva partió de España con seiscientos soldados, de los que unos 100 iban con sus esposas e hijos, 300 esclavos, 200 caballos, 500 vacas, 1000 ovejas y 200 cochinos y cabras para colonizar Venezuela. Después de un difícil viaje, desembarcó en Margarita en mayo de 1569. Allí se quedaron 150 colonos. De allí partió a Borburata. Pasó a Valencia y allí lo abandonaron muchos colonos que venían con sus familias.[18] Estos se establecieron por toda la región.


Juan de Pimentel llegó a Caraballeda en 1576 para ser el nuevo gobernador. De allí partió al valle de Caracas. Allí decidió en 1578 convertir el pueblo en nueva capital de la provincia de Venezuela.

Expediciones contra cumanagotos

En 1579 y 1580 Garci González de Silva realizó dos expediciones contra los indios cumanagotos en la zona de los Valles del Tuy. En la primera, González tomó por el Valle del Tuy hacia los Llanos y de allí hacia el Norte hasta llegar a río Unare, donde se enfrentó con grupos indígenas que habían llegado allí en piraguas. Después de vencerlos y provocar la retirada de los sobrevivientes, estableció un fuerte con una treintena de soldados que llamó Espíritu Santo. De allí tomaron hacia la montaña. Por todo el camino los indios los atacaron con flechas. Al caer la tarde llegaron al pueblo de Utuguane, que los indios habían prendido en llama para evitar que los españoles lo usasen para descansar. Los europeos se dieron cuenta de que había un magüey con indios que cuidaban el acceso para evitar que los invasores tomaran agua. Un grupo de soldados tomó el sitio e hizo preso a los indios, quienes revelaron que los cumanagotos habían pedido ayuda a los chaimas, chacotapas y cores.

Garci González fue con sus tropas en búsqueda de los guerreros indígenas y los halló en una planicie donde estaba la población aborigen de Cayaurima. Allí dividió su tropa en dos escuadras y procedió al ataque con arcabuces y hombres de caballo contra las flechas y hondas con piedras. Cuando los españoles penetraron a la aldea, indios ocultos prendieron llama. De allí y con algunas pérdidas los soldados dudaban en seguir el ataque. Una noche, los indígenas que les prestaban ayuda decidieron huír y eso motivó a los españoles a regresar definitivamente. Cuando llegó a Espíritu Santo, se encontró con un mensaje del gobernador, Juan de Pimentel, quien le decía que si no podía acabar rápido con los cumanagotos volviese para enfrentar a los quiriquires. Decidieron dejar el fuerte recién fundado y marchar por el valle de Caucagua hacia el valle de los quiriquires. Estos los recibieron de manera pacífica inicialmente. González decidió establecer un nuevo Espíritu Santo en el río Itecuao. Cuando los indígenas vieron que los españoles se establecían allí, comenzaron a rechazarlos y se pusieron a destruír sus propias sementeras para que los invasores no las aprovechasen. Los españoles contraatacaron y acuchillaron y ahorcaron a los cabecillas. Al final, los quiriquires tuvieron que aceptar el vasallaje. Garcí González volvió a Caracas entonces. Poco tiempo después, diversas discusiones entre los colonos provocaron que unos se fuesen a Valencia y otros volviesen a Caracas (entonces llamada Santiago).

Epidemias

Los indígenas de estas regiones sufrieron de manera masiva la llegada de enfermedades para las que no tenían resistencia inmunológica. Entre las epidemias más conocidas destacan la de viruela que se produjo en 1580, al parecer cuando un buque portugués llegado de Guinea con esclavos africanos trajo la epidemia. También hubo otras epidemias que afectaron las poblaciones indígenas finales del siglo XVI.

Poco a poco, los indígenas fueron desplazados de las mejores zonas de cultivo. En 1583 la comarca de Valencia sufrió el ataque de tribus caribes que venían del sur.[20] Garci González de Silva rechazó esta incursión.

Últimas acciones del siglo XVII

En la última década del siglo XVI los españoles comenzaron a establecer encomiendas en los Valles de Aragua y a establecerse en los Llanos. En 1591 un grupo comandado por portugueses se establecieron en Guanare. En 1595 los españoles que venían del Valle de Caracas en búsqueda de tierras para explotar oro y usar la mano de obra indígena fundaron San Juan de los Morros.

Los españoles también aumentaron su expansión en la zona al oeste de Cumaná, en territorio de los indígenas palenques y cumanagotos. En 1594 los europeos fundaron Clarines.

Siglo XVII


En el siglo XVII aumentó el ritmo de creación de misiones para cristianizar a los indígenas e incorporarlos al sistema colonial. También se incrementó el número de pueblos que se fundaban a partir de antiguas encomiendas.

En 1620 los misioneros fundaron San Miguel de Acarigua, en los Llanos Occidentales. Ese mismo año los colonos fundaron San Mateo en terrenos de una encomienda.

En 1628 los españoles consiguieron exterminar los últimos grupos de resistencia de indígenas jirajaras en el área de Yaracuy y establecieron una población en Nirgua, donde pensaban explotar oro.

Miguel de Urbés, lugarteniente de Juan de Orpín, fundó la ciudad de Zaraza, como San Miguel de la Nueva Tarragona del Batey, en 1645.

Hubo un conflicto constante entre las fuerzas militares y las órdenes de los misioneros, que se disputaban el poder y discutían sobre la mejor manera de administrar las regiones.

Resistencia indígena en el siglo XVII

Hacia 1661 los jesuítas comenzarían a establecer un programa para misionar en los Llanos Venezolanos.

Hacia 1663 el cacique Chiparara consiguió organizar grupos caribes y otomacos en los Llanos de Guárico para contra-atacar a las fuerzas colonizadoras españolas. Después de vencidos, hacia 1653, los grupos caribes y otomacos se retirarían hacia el sur o se perderían cohesión y serían poco a poco asimilados. Poco a poco los misioneros seguirían estableciendo misiones a lo largo de los Llanos. En 1694 se estableció de hecho la ciudad de Nuestra Señora de Altagracia de Orituco.
 

En el siglo XVII la mayor parte de Venezuela estaba ya bajo control de la corona española de hecho. Solo al sur del Orinoco quedaban fuerzas indígenas independientes se resistían a la penetración europea. También la zona del Delta resultaba difícilmente penetrable para las autoridades españolas y allí permanecieron de manera independiente los pueblos waraos.

Solano y otras expediciones


Los portugueses realizaron numerosas expediciones para esclavizar a los indígenas en territorio español. Las expediciones del gobernador español de la provincia de Venezuela, José Solano, en el Orinoco en 1754 y el establecimiento de bases españolas en el Alto Orinoco en las décadas siguientes terminaron por definir el territorio español y frenarían el avance portugués por la zona del río Negro. Las expediciones de los portugueses para esclavizar indígenas se terminaron hacia 1756 por la presencia de las misiones.[22] Solo la frontera suroriental quedó sin delinear, lo que permitiría la expansión de Brasil hacia el Norte tras la independencia de Venezuela.
José Solano y Bote, explorador y gobernador de Venezuela hasta 1770

Población autóctona actual

La conquista produjo cambios significativos en la estructura social, económica, religiosa, cultural y política de los aborígenes. Muchos de los grupos que habitaban este territorio a la llegada de los europeos, perdieron su independencia, quedando sometidos bajo condición de esclavos o vasallos de la corona. La mayoría de estos indígenas perecieron como consecuencia de las guerras, del trabajo forzado y de las enfermedades. Otros huyeron hacia regiones inaccesibles fuera del alcance de los conquistadores, ocupando algunas áreas selváticas.[cita requerida] Por otro lado, estos indígenas fueron desapareciendo como etnia al iniciarse el proceso de mestizaje con españoles y negros.

Los grupos indígenas que lograron sobrevivir y no fueron asimilados por la población mayoritaría se constituyeron en los antepasados de la población indígena actual. Ésta se estima en 307.576 personas, que integran alrededor de 45 pueblos ubicados en determinadas zonas de los estados Zulia, Apure, Bolívar, Anzoátegui, Monagas, Sucre, Amazonas y Delta Amacuro. La mayoría de estos pueblos se encuentran ubicados en zonas fronterizas con Guayana, Brasil y Colombia, conservando sus condiciones y modo de vida tradicionales. Otros han migrado hacia los centros poblados rurales y urbanos, conformando barrios marginales indígenas.

Las comunidades indígenas venezolanas aún existentes han conservado, en parte, las formas tradicionales de vida heredadas de sus antepasados precolombinos y varias decenas de sus idiomas.

 

Johan Mendoza

CI 19501216

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Venezuela Colonial

 

 

Época Colonial es el término que se le da al período de ocupación, poblamiento y administración colonial del territorio venezolano que llevó a cabo España desde mediados del siglo XVI hasta el comienzo de las Guerras de Independencia. Para este artículo se fija aproximadamente entre 1600 y el inicio de la época de la independencia en 1810. La definición de qué período histórico abarca la era colonial sigue siendo materia de debate entre estudiosos de la historia venezolana. Para la mayoría de los historiadores la conquista termina a mediados del siglo XVI con la administración directa de Venezuela por la Monarquía Española tras la rescisión de la capitulación para el poblamiento de la región otorgado a los Welser y la fundación de importantes ciudades como Coro, El Tocuyo y Caracas. El período anterior a 1600 es cubierto en el artículo de la conquista.

 

Una periodización que tome en cuenta lo político prolongaría la época colonial hasta 1821 en parte de Venezuela y hasta 1823 en las provincias de Maracaibo y Coro así como en la ciudad de Puerto Cabello.

Durante la época colonial se forman las bases de lo que sería más adelante la nación venezolana: la mezcla de las culturas española, indígena y africana; la adopción del cristianismo, la delimitación de la colonia y su organización territorial que culminaría en la creación de la Capitanía General.

Es importante destacar que al terminar el periodo que se considera de la conquista solamente el noroccidente del país se encuentra en poder de los españoles permaneciendo vastas áreas en el oriente, sur y occidente del país en poder de los indígenas y prolongándose los encuentros violentos entre colonizadores e indígenas así como la fundación de ciudades hasta bien entrado el siglo XVIII.

A finales del siglo XVIII, la sociedad colonial entra en crisis y se producen los primeros movimientos independentistas que preludian la emancipación de la colonia a comienzos del siglo XIX.

Siglo XVII

Comienzos de Siglo: expansión agrícola


El siglo XVII ve el surgimiento del cacao (1615) como un gran producto de exportación, así como la caña de azúcar, el tabaco, la sal y los cueros. El trigo decae hacia el consumo interno.

Se ordena la fundación hacia 1618 de pueblos de doctrina para recoger a los indios. Así nacen pueblos como Turmero, Guarenas, Choroní, Petare, Baruta, La Victoria, Cagua, San Mateo, Santa Lucía, El Valle, 'Antímano. Estos son impulsados por orden real y localmente por acción del obispo y el gobernador, acatando dicha orden.

En 1620 el gobernador Francisco de la Hoz Berrío ordena la fundación de Acarigua en los Llanos Occidentales.

Las ciudades costeras se fortifican ante el auge pirata. Se construyen fortalezas como la de Araya en el oriente (1622-1646), Pampatar y Santa Rosa en Margarita, San Antonio en Cumaná o San Carlos de la Barra, en la entrada del Lago de Maracaibo.

Años Treinta


En 1634 cuatrocientos holandeses al mando de Johannes van Walbeeck ocupan la isla de Curaçao, así como Bonaire y Aruba, que España no volvería a recuperar. Al momento de la llegada de los holandeses vivían en Curaçao 32 españoles, de los que 11 eran niños. Estos partieron para tierra firme venezolana.

La Catedral del Obispado se muda en 1637 de Coro, en donde residía desde 1530, a Caracas y las misiones como institución de varias órdenes como la de los franciscanos y jesuitas comienzan a ejercer su labor pobladora, ordenadora y evangelizadora en todo el territorio, a partir de la segunda mitad del siglo XVII.

Catástrofes naturales y humanas


El terremoto de San Bernabé ocurrido en junio de 1641 destruye la mayor parte de las edificaciones de Caracas y poblaciones cercanas.

El gobernador Fernández de Fuenmayor trata de recuperar la isla de Curaçao en 1642, pero fracasa en su intento. Varios corsarios holandeses atacan en venganza a Maracaibo, pero son rechazados.

El pirata británico William Jackson también asalta Maracaibo a finales de 1642 y permanece en ella hasta comienzos de 1643 . Otras regiones como Cumaná y Margarita serían asaltadas por piratas ingleses, franceses y holandeses en los siguientes años.

Enfermedades contagiosas tales como el cólera, el sarampión, la Peste Negra y la gripe, atacan en varias ocasiones las poblaciones castellanas, produciendo estragos entre los indios, esclavos y españoles. Una de las más graves ocurrida en 1657, que produce muchos fallecidos en Caracas y otras ciudades.

El pirata británico Christopher Myngs saquea Cumana, Puerto Cabello y Coro en 1659.

Los Años Sesenta

En la década de los sesenta los misioneros españoles siguen la fundación de reducciones indígenas. Hacia 1661 los jesuítas comienzan a establecer un programa para misionar en los Llanos centrales.

Hacia 1667 los franciscanos fundan el pueblo de Clarines en los Llanos orientales. El gobernador Bravo Acuña establece un fuerte allí.

El corsario francés Michel de Grandmont ataca las costas venezolanas en 1668, con seis navíos y unos 700 hombres. Penetra hasta la ciudad de Trujillo y luego asaltó La Guaira en un ataque nocturno sorpresivo, pero es repelido por los españoles.

Ese mismo año, el prelado español Francisco de Aparicio, decide hacer una entrada al territorio de los palenques guarives, que estaban atacando la comunidad de los palenques caracares en las orillas del río Unare.

Los ataques de piratas no cesan. En 1669 Henry Morgan ataca a Maracaibo. 

 

Años setenta hasta el final del siglo

 


La independencia de Portugal en 1670 genera problemas para la economía de las Islas Canarias, que dependían de los mercados portugueses. Esto lleva consigo el aumento de la emigración. Venezuela recibe muchos de estos colonos.[2] Estos se establecen en los Llanos y a finales del siglo forman ya colonias importantes en Caracas y La Guaira. Un 16% de los casamientos en Venezuela a finales del siglo XVII son de canarios. En 1683 contribuyen a la fundación de San Antonio de los Altos. Gran parte de los canarios se dedicará a la agricultura. También llegan a constituir la mayoría de los pulperos y mercaders. Hay pueblos canarios de los que sale una inmigración particularmente alta, como El Sauzal o Vilaflor.

San Carlos es fundada de facto en 1678.

Los indígenas guarives siguen oponiendo resistencia a la penetración española y en 1680 matan a varios misioneros católicos. Después de eso, los grupos indígenas son dominados y los franciscanos continúan el establecimiento de misiones.


En octubre de 1684 un grupo de caribes ataca y mata al jesuíta Fiol y 8 compañeros españoles e indios en el Orinoco. Los españoles deciden reforzar sus misiones en la región y a partir de allí cesan los ataques en la zona norte de los Llanos.

La última década del siglo XVII ve una consolidación de comunidades secundarias cercanas a la costa. Es así como en 1694 el gobernador Francisco Berroterán establece oficialmente los pueblos de indios de Guacara, San Diego y Los Guayos en el norte del Lago de Valencia.

Siglo XVIII

En marzo de 1723 misioneros capuchinos fundan la ciudad de Calabozo en los Llanos centrales con un grupo de 500 indígenas de diversas etnias, entre los que se encontraban mapoyes, tamanacos, otomacos y otros. Hacia 1726 se comienza a establecer la comunidad de Valle de Pascua.

La Guipuzcoana

El siglo XVIII ve la llegada de la Compañía Guipuzcoana, o Compañía de Caracas, que se establece en 1728 y deviene en un ente monopolizador del comercio del cacao y de la venta de productos importados directamente de España, tales como vinos, trigo, telas y hierro, eliminando tanto para los productores como para los consumidores locales la posibilidad de acceder a otro mercado, lo cual genera enormes fricciones sociales y animadversión de productores y comerciantes criollos en contra de dicha compañía, sus medidas y sobre todo, sus prácticas con respecto a la fijación de precios de las mercancías.

 

 



Sin embargo, el establecimiento de la Compañía trae también beneficios, impulsando -por su propio interés- el desarrollo o mejora de la infraestructura de puertos locales, tales como Puerto Cabello, Maracaibo, Coro y La Guaira, así como el resguardo de toda la costa desde el río Esequibo hasta la Goajira, al occidente, y su defensa en contra de contrabandistas que saboteaban su monopolio. Se requisan barcos, se revisan paquetes y caletas marinas y se crean alcabalas de aduana y control. Sus prácticas monopólicas y excluyentes produjeron varias revueltas, siendo una de ellas la liderada por el zambo Andresote, en San Felipe, en 1735.

El imperio británico vuelve a entrar en conflicto con el español en la década de los cuarenta. En 1743 una flota al mando de Sir Charles Knowles ataca el puerto de La Guaira, pero es repelido.

Las revueltas contra la Guipuzcoana continúan. Una de las más relevantes ocurre en Barlovento, extendiéndose después hacia Caracas, entre 1748 y 1752, la cual es liderada por el cosechero local de origen canario Juan Francisco de León y a la cual se plegaron todos los sectores marginados por las prácticas de la Compañía Guipuzcoana, incluyendo esclavos, pardos y canarios, por lo cual adquiere tintes de revolución social. Ambas fracasan por falta de apoyo de la élite criolla local, que decide plegarse a la Corona.

El imperio portugués había estado penetrando en regiones pertenecientes al imperio español según el tratado de Tordecillas. Por ello, la corona española decide enviqr una expedición para la demarcación de las fronteras. El 14 de diciembre de 1753 una cédula de Fernando VI forma una expedición encabezada por el vasco José de Iturriaga. Entre los expedicionarios van José Solano y Bote y el botánico sueco Pehr Löfling. La expedición parte de Cádiz el 15 de febrero de 1754 y llega a Cumaná el 11 de abril. Esta expedición permanece varios años en Venezuela y lleva consigo el establecimiento de puestos españoles que frenarían la expansión portuguesa.

En 1764, se refunda la ciudad de Angostura en el Orinoco.

En 1760 el capuchino Lucas de Zaragoza funda Maturín en comunidad de los waraos.

José Solano y Bote, explorador y gobernador de Venezuela hasta 1770

Virreinato de Nueva Granada y provincia de Nueva Andalucía en 1770

Capitanía General de Venezuela y Reformas


En 1777 la Real Cédula del 8 de septiembre crea la Capitanía General de Venezuela,uniendo a la Provincia de Venezuela las provincias de Maracaibo, Guayana y Cumaná, la Provincia de Trinidad y la Provincia de Margarita. Para ese entonces, el cacao representa un 85% de las exportaciones de Venezuela, aunque en las siguientes décadas esta proporción disminuye por la creciente importancia del café y del añil.[4]

En 1788 el gobernador de la Provincia de Barinas manda a fundar la ciudad de San Fernando de Apure.

España había restringido desde el comienzo el comercio entre las diversas colonias y el resto del mundo. Recién en la década de los ochenta comienza a cambiar esta política de región en región. Es finalmente en 1789 cuando la Corona decide extender el comercio libre a Venezuela y Nueva España.[5] Las reformas borbónicas comienzan a surtir efecto en los siguientos años, si bien el aumento del comercio fue bastante modesto: muchas de las otras colonias americanas no necesitaban los productos de Venezuela.

En 1795 el gobierno de Madrid autoriza en una "Cédula de Sacar" que los pardos se casen con quien quieran, incluyendo a gente blanca. Esta ley es rechazada por los mantuanos, quienes la ocultan durante varios años. En 1803 el rey tuvo que exigir que se cumpliera la legislación.[6] La Provincia de Trinidad, con las islas de Trinidad y Tobago, son invadidas por fuerzas británicas en 1797 durante las guerras napoleónicas y muchos de su habitantes se refugian en la costa firme.

Evolución educativa en tiempos de la Colonia

 

 
El Imperio Español descuida y limita la promoción de la educación en sus colonias. Venezuela, al ser una provincia particularmente pobre después del colapso de la explotación de las perlas en el siglo XVII, recibe menos atención que los virreinatos de México o Perú.

Los grupos de mulatos y otros no tienen acceso a la educación siquiera básica.

En 1727 se crea la primera universidad en Venezuela, siglos después de que se hubiera hecho en México o el Perú.

En 1760 el gobernador de la provincia de Caracas le otorga un permiso al coronel de ingenieros Nicolás de Castro para introducir los estudios de matemáticas con una Academia de Geometría y Fortificación exclusivamente para sus oficiales. Manuel Centurión crea en 1761 una Academia Militar de Matemáticas. En 1763 el maestro Lorenzo Campins y Ballester introduce una Cátedra de Medicina.


Demografía a finales del siglo XVIII




Alexander von Humboldt calculaba en unos 785000 habitantes para la Capitanía General de Venezuela a finales del siglo XVIII. La parte más densamente poblada en aquel entonces ya era lo que se llamaban los Valles de Aragua.

 

Johan Mendoza

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miércoles, 30 de marzo de 2011

Miologia Venezolana

Es la recopilación de todas las creencias y religiones de los diferentes grupos étnicos de Venezuela antes de la llegada de los conquistadores. Otros tienen su origen en las culturas africanas, y también la religión católica ha hecho sus aportes míticos. Creencias como el origen del mundo, del fuego y de la luz atribuidos estos generalmente a seres sobrenaturales con forma de animales pensantes y con capacidad de razonar o también seres humanos con rasgos exagerados o con poderes sobrenaturales.


Es importante señalar que aunque sean muy variados los nombres de los dioses, siempre representan más o menos lo mismo: el sol, la luna, las estrellas, fenómenos naturales, ríos, montañas, etc.


Antes de la colonización 1498


Se cree que el hombre apareció en el territorio que hoy conocemos como Venezuela hace unos 16.000 años. Esta población había llegado, por el sur de la región del Amazonas, por el oeste, de los Andes y por el norte, del Caribe. Según el antropólogo Miguel Acosta Saignes, existían las nueve áreas culturales siguientes:

  • Andes Venezolanos con los Timoto-Cuicas
  • Caribes occidentales con los Pemones, Bobures y Motilones
  • Cuenca del lago de Maracaibo con los Guajiros, que eran recolectores y pescadores
  • Arahuacos Occidentales que comprendían los Caquetíos de Falcón, Lara y Yaracuy y se extendían en el sur hasta los llanos
  • En Lara los Jirajara-Ayamán y los Gayones
  • Los Caribes del Oriente desde la Península de Paria hasta Borburata (Cerca de Puerto Cabello en el estado Carabobo)
  • En los llanos y en el delta del Orinoco (Waraos), el área de los recolectores, pescadores y cazadores de los llanos
  • Los Otomacos, Guanos, Taparitas y Yaruros en la desembocadura del Apure en el Orinoco
  • En la Guayana Venezolana, al sur del Orinoco, los Caribes nómadas (aquellos que no viven en un lugar fijo, sino que se desplazan de una zona a otra)

Cada uno de estos grupos aborígenes con diferentes dioses y creencias y cultos debido a sus diferentes estilos de vida y supervivencia.


Dioses aborígenes


  • María Lionza

  • Odo´sha

  • Espíritu maligno, dueño del bosque, del viento, demonio de la montaña y señor del ensueño. Siempre está listo a clavar una espina en la lengua de los que se atreven a salir de noche y que hacen caso omiso de su silbido de advertencia. A su cargo están los demonios llamados Suamo, dueños de animales salvajes que comen gente. Habitan las alturas de los tepuyes guayaneses.

  • Amalivaca
  • Dios Creador del mundo y de los hombres. También conocido por otras tribus como: Amaruaca y Amarivaca.

En la mitología indígena, Amalivaca fue el creador de la humanidad, del río Orinoco y del viento. En principio hizo a los hombres inmortales pero en castigo a sus faltas, los volvió mortales. Se dice que hace muchos años atrás hubo una gran inundación.


Amalivaca salió entonces en una canoa a recorrer el mundo y junto con su hermano Vochi fueron reparando los daños del diluvio, después del cual solo había quedado una pareja de humanos vivos. Ellos se fueron a una gran montaña llevando semillas de palma moriche y desde allí las dispersaron lanzándolas hacia el mundo. De estas semillas nacieron los hombres y las mujeres que pueblan el planeta.


  • Ches

Dios andino de los cultivos. A esta deidad se le invocaba para conocer el futuro de una cosecha. Se le rendían sacrificios para que el cultivo fuera bueno. Es conocido también como el dador del bien y del castigo y como habitante de los páramos y las lagunas.

  • Arco

Deidad acuática. Posee una naturaleza dual: a la vez es creador y destructor, cura pero también ocasiona enfermedades. Era esposo de Arca. Se le vincula con Ches y los arco iris. Se le identifica como un ave del páramo.


  • Tamoryayo

Según la tribu de los Yukpa, Dios creador que vivía en las nubes, de donde una vez bajó a cambiar de sitio el firmamento para colocarlo donde ahora está. Luego creó al primer Yukpa. Con el tiempo, viendo al hombre solo, le mandó a un pájaro carpintero como emisario y le mandó el mensaje de si quería compañía. El primer hombre dijo que sí y entonces el pájaro se fue en busca del árbol Manüracha o Caricai, que al ser cortado botaría sangre. El yukpa cortó en dos al árbol y se transformaron en dos mujeres. Tomó a una de ellas, le hizo cosquillas y con la risa de la mujer le entró el alma al cuerpo. Hizo lo mismo con la otra mujer y luego les puso el nombre de Yoripa. Después las preñó y así comenzaron a nacer los Yukpa.


  • Osemma

Dios yukpa de la agricultura. Era de cabellera muy larga, cubierta de flores y de granos de maíz. Como no hablaba la lengua Yukpa, usaba una ardilla de intérprete. Vivió mucho tiempo con la tribu, enseñándoles a cultivar la tierra y cuando al fin se fue, dicen los Yukpa que se empequeñeció a tal grado que la tierra se lo tragó y ocurrió entonces el primer temblor.


  • Mareiwa

Según los Waraos, era hijo del trueno. Era el poseedor del fuego, y lo guardaba celosamente en una cueva, lejos de los hombres. Junuunay, joven guajiro, pudo entrar en la cueva y robó dos brasas, y fue así como se extendió el conocimiento del fuego entre los hombres.


  • Pulowi

Según los Wayus es la esposa de Juya, dios de la lluvia. Se dice que posee muchas riquezas y que es muy peligrosa. Tiene una naturaleza dual: es la muerte, pero también es la vida.


  • Guaygerri

Junto con Urrumadua, dioses creadores entre la tribu de los Achaguas.


  • Puru

Según los Sálivas, fue la deidad que hizo todo lo bueno y vive en el cielo. Su hijo mató a una serpiente que tenía acosada a la humanidad, y de cuyas entrañas salieron unos espantosos gusanos que luego se convirtieron en los caribes.


  • Kúwai

En la tradición de los hiwi, era el Dios creador del mundo y los hombres. Para crear al primer hombre utilizó barro, pero la lluvia lo deshizo, en un segundo intento usó cera de abejas, pero el sol lo derritió, al tercer y último intento lo hizo de madera. La reproducción de los Hiwi fue gracias a un ratón que logró que sus sexos se diferenciaran.


Kuai-mare Era el Dios principal de los Waraos. Su nombre significa "El Feliz que Habita Arriba". Es blanco, cabellos largos, ojos grandes, orejas largas, tanto que una llega al oriente y otra al occidente, y los zarcillos que usa brillan como el oro y la plata. Su vestimenta es una túnica finísima que flota en el aire produciendo la brisa que agita el agua de los ríos. Cuando camina produce movimientos de tierra. Es el creador de los espíritus buenos y de los malos.


Relatos fantásticos


  • Amalivaca y la creación del mundo

Según los indios Caribes y Tamanacos, Amalivaca fue el creador de la humanidad del Río Orinoco y del viento. Vivió mucho tiempo con los Tamanacos. Dotó a toda la tribu de inmortalidad, pero por culpa de la incredulidad de una anciana, los indios se volvieron otra vez mortales. Se dice que muchos años atrás hubo una gran inundación. Amalivaca salió entonces en una canoa a recorrer el mundo y junto con su hermano Vochi arreglaron los desastres del diluvio. En esta gran inundación solo quedó una pareja de humanos vivos. Ellos se fueron a una gran colina y desde allí comenzaron a arrojar los frutos de la palma moriche, saliendo de sus semillas los hombres y las mujeres que pueblan el mundo hasta ahora.


  • El dueño del fuego

Cerca de donde nace el Orinoco vivía el Rey de los caimanes llamado Babá. Su esposa era una rana grandota y juntos, tenían un gran secreto ignorado por los demás animales y los hombres. Estaba guardado en la garganta del caimán Babá. La pareja se metía en una cueva y amenazaban con la pérdida de la vida a quien osara entrar, pues decían que dentro había un dios que todo lo devora y sólo ellos, reyes del agua, podían pasar. Un día la perdiz, apurada en hacer su nido, entró distraída en la cueva. Buscando pajuelas encontró hojas y orugas chamuscadas, como si el fuego del cielo hubiera estado por ahí. Probó las orugas tostadas y le supieron mejor que cuando las comía crudas. Se fue aleteando a ras del suelo para contarle todo a Tucusito, el colibrí de plumas rojas. Al rato llegó el Pájaro Bobo y entre los tres urdieron un plan para averiguar cómo hacían la rana y el caimán para cocer tan ricas orugas. Bobo se escondió dentro de la caverna aprovechando su oscuro plumaje. La rana soltó las orugas que traía en la boca al tiempo que Babá abría la suya, que era tremenda, dejando salir unas lenguas rojas y brillantes. La pareja comía las orugas sin percatarse de Bobo, tras lo cual, se durmieron satisfechos. Entonces, Bobo salió corriendo para contarles a sus amigos lo que había visto. Al día siguiente se pusieron a maquinar cómo arrebatarle el fuego al caimán sin quemarse ni ser la comida de los reyes del agua. Tendría que ser cuando éste abriera la tarasca para reír. En la tarde, cuando todos los animales estaban bebiendo y charlando junto al río, Bobo y la perdiz colorada hicieron piruetas haciendo reír a todos, menos a Babá. Bobo tomó una pelota de barro y la aventó dentro de la boca de la rana, que de la risa pasó al atoro. En el momento que el caimán vio los apuros que pasaba la rana, soltó la carcajada. Tucusito, que observaba desde el aire, se lanzó en picada, robando el fuego con la punta de las alas. Elevándose, rozó las ramas secas de un enorme árbol que ardió de inmediato. El Rey caimán exclamó que si bien se habían robado el fuego, otros lo aprovecharían y los otros animales arderían, pero Babá y la rana vivirían como inmortales donde nace el gran río. Dicho esto, se sumergieron en el agua y desaparecieron para siempre. Las tres aves celebraron el robo del fuego, pero ningún animal supo aprovecharlo. Los hombres que vivían junto al Orinoco se apoderaron de las brasas que ardieron durante muchos días en la sequedad del bosque, aprendieron a cocinar los alimentos y a conversar durante las noches alrededor de las fogatas. Tucusito, el pájaro Bobo y la perdiz colorada se convirtieron en sus animales protectores por haberles regalado el don del fuego.


  • El dueño de la luz

En un principio, la gente vivía en la oscuridad y sólo se alumbraba con el fuego de los maderos. No existía el día ni la noche. Había un hombre warao con sus dos hijas que se enteró de la existencia de un joven dueño de la luz. Así, llamó a su hija mayor y le ordenó ir hasta donde estaba el dueño de la luz para que se la trajera. Ella tomó su mapire y partió. Pero eran muchos los caminos y el que eligió la llevó a la casa del venado. Lo conoció y se entretuvo jugando con él. Cuando regresó a casa de su padre, no traía la luz; entonces el padre resolvió enviar a la hija menor.


La muchacha tomó el buen camino y tras mucho caminar llegó a la casa del dueño de la luz. Le dijo al joven que ella venía a conocerlo, a estar con él y a obtener la luz para su padre. El dueño de la luz le contestó que le esperaba y ahora que había llegado, vivirían juntos. Con mucho cuidado abrió su torotoro y la luz iluminó sus brazos y sus dientes blancos y el pelo y los ojos negros de la muchacha. Así, ella descubrió la luz y su dueño, después de mostrársela, la guardó. Todos los días el dueño de la luz la sacaba de su caja para jugar con la muchacha. Pero ella recordó que debía llevarle la luz a su padre y entonces su amigo se la regaló. Le llevó el torotoro al padre, quien lo guindó en uno de los troncos del palafito. Los brillantes rayos iluminaron las aguas, las plantas y el paisaje. Cuando se supo entre los pueblos del delta del Orinoco que una familia tenía la luz, los warao comenzaron a venir en sus curiaras a conocerla. Tantas y tantas curiaras con más y más gente llegaron, que el palafito ya no podía soportar el peso de tanta gente maravillada con la luz; nadie se marchaba porque la vida era más agradable en la claridad. Y fue que el padre no pudo soportar tanta gente dentro y fuera de su casa que de un fuerte manotazo rompió la caja y la lanzó al cielo. El cuerpo de la luz voló hacia el Este y el torotoro hacia el Oeste. De la luz se hizo el sol y de la caja que la guardaba surgió la luna. De un lado quedó el sol y del otro la luna, pero marchaban muy rápido porque todavía llevaban el impulso que los había lanzado al cielo, los días y las noches eran muy cortos. Entonces el padre le pidió a su hija menor un morrocoy pequeño y cuando el sol estuvo sobre su cabeza se lo lanzó diciéndole que era un regalo y que lo esperara. Desde ese momento, el sol se puso a esperar al morrocoy. Así, al amanecer, el sol iba poco a poco, al mismo paso del morrocoy.


Las cinco águilas blancas


Según la tradición de los Mirripuyes (tribu de los Andes venezolanos), fue Caribay la primera mujer. Era hija del ardiente Zuhé (el Sol) y la pálida Chía (la Luna). Era considerada como el genio de los bosques aromáticos. Imitaba el canto de los pájaros y jugaba con las flores y los árboles.


Una vez Caribay vio volar por el cielo cinco águilas blancas y se enamoró de sus hermosas plumas. Fue entonces tras ellas, atravesando valles y montañas, siguiendo siempre las sombras que las aves dibujaban en el suelo. Llegó al fin a la cima de un risco desde el cual vio como las águilas se perdían en las alturas. Caribay se entristeció e invocó a Chía y al poco tiempo pudo ver otra vez a las cinco hermosas águilas. Mientras las águilas descendían a las sierras, Caribay cantaba dulcemente. Cada una de estas aves descendieron sobre un risco y se quedaron inmóviles. Caribay quería adornarse con esas plumas tan raras y espléndidas y corrió hacia ellas para arrancárselas, pero un frío glacial entumeció sus manos, las águilas estaban congeladas, convertidas en cinco masas enormes de hielo. Entonces Caribay huyó aterrorizada. Poco después la Luna se oscureció y las cinco águilas despertaron furiosas y sacudieron sus alas y la montaña toda se engalanó con su plumaje blanco. Éste es el origen de las sierras nevadas de Mérida. Las cinco águilas blancas simbolizan los cinco elevados riscos siempre cubiertos de nieve. Las grandes y tempestuosas nevadas son el furiosos despertar de las águilas, y el silbido del viento es el canto triste y dulce de Caribay.


Johan Mendoza

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Copa America 2007

Ceremonia de inauguración de la Copa América 2007


La Copa América 2007 fue la XLII edición de la Copa América. Esta versión del torneo se realizó en Venezuela, entre el 26 de junio y el 15 de julio de 2007, siendo la primera oportunidad que se desarrolló este evento en dicho país. Fue organizado por la Conmebol, la confederación de fútbol de América del Sur.

El evento contó con la participación de 12 equipos, de los cuales 10 corresponden a los miembros estables de la Conmebol y dos (México y los Estados Unidos) son miembros invitados, pertenecientes a la Concacaf, la confederación norteamericana-caribeña. Estos doce participantes fueron divididos en tres grupos de cuatro equipos, los cuales se enfrentaron en un cuadrangular de un sólo partido. Los dos mejores equipos de cada grupo y los dos mejores terceros avanzaron a la siguiente etapa, en que se hizo un proceso de eliminación directa hasta determinar al campeón del torneo.


De los países miembros de la Conmebol, Venezuela ha sido tradicionalmente el país en el que el fútbol ha sido menos desarrollado, siendo opacado por el béisbol. La Federación Venezolana de Fútbol se afilió a la Conmebol recién en 1952 y participó en el torneo continental por primera vez en la Copa América 1967. A pesar de ello, la preparación del evento fue realizada con entusiasmo con el fin de fomentar el desarrollo de este deporte. Por ejemplo, el gobierno venezolano invirtió cerca de 900 millones de dólares1 en el que fue el evento deportivo más importante celebrado en Venezuela desde los Juegos Panamericanos de 1983.


Reeditando la final de la Copa América 2004, Brasil se enfrentó en la final a Argentina. En el Estadio José Encarnación Romero de Maracaibo, Brasil ganó por 3:0 alcanzando su octavo campeonato y el cuarto en los últimos cinco torneos. Con el título continental, Brasil tuvo el derecho de representar a Sudamérica en la Copa FIFA Confederaciones 2009 a realizarse en Sudáfrica. Por otro lado, México obtuvo el tercer lugar y Uruguay, el cuarto.


Elección


En 1986, la dirigencia de la Conmebol decidió establecer una política de rotación para elegir las sedes de las siguientes Copas América, acabando así con el formato existente hasta ese momento de no tener una sede fija. A partir de la Copa América 1987, cada uno de los diez países miembros celebraría el torneo siguiendo un cronograma, según el cual, Venezuela sería el último país, realizando el torneo en el año 2007.


A partir de la Copa América 1993, el torneo se abrió a dos equipos invitados de otras confederaciones, siendo México uno de los más entusiastas participantes. México fue invitado desde esa fecha a todas las Copas América realizadas hasta la fecha, alcanzando incluso la final en 1993 y en 2001. Debido a la cercanía entre la Federación Mexicana de Fútbol y la Conmebol, comenzaron a surgir rumores de que México organizaría eventualmente la Copa América. Sin embargo, la Conmebol había dicho que esa posibilidad sólo se daría luego de que los diez países sudamericanos hubieran albergado el evento.


A pesar de ello, el presidente de la FMF, Alberto de la Torre, se contactó con el Comité Organizador venezolano y les habría propuesto que México organizará el evento de 2007 y Venezuela en 2009. Sin embargo, la propuesta fue rechazada por los organizadores y la sede de la Copa América 2007 fue confirmada en Venezuela.


Organización


El 3 de septiembre de 2004, la Federación Venezolana de Fútbol recibió formalmente en nombre del país, el cuaderno de cargos de la Copa América 2007 por parte de la Conmebol,4 ante el cual se forma el Comité Organizador del evento, quedando a cargo de éste Aristóbulo Istúriz, ministro de Educación y Deportes de Venezuela. El 5 de enero de 2007, Istúriz abandonó el cargo siendo reemplazado por el vicepresidente Jorge Rodríguez Gómez. En tanto, el presidente del Comité Olímpico Venezolano, Eduardo Álvarez, quedó como secretario general del comité.


El Comité Organizador fue dirigido a través del tradicional sistema FIFA de organización, con una Coordinación General, que recayó sobre Oswaldo Narváez, además de las denominadas "áreas técnicas" donde figuraron Rolando Urdaneta en Mercadotecnia, Heriberto Heredia en asuntos jurídicos, Daniel Chapela en Prensa, Francisco Camargo en Seguridad y José Hernández en Acreditaciones.


El Comité Organizador realizó diversas actividades a lo largo de todo el país para preparar el ambiente previo al torneo, incluyendo a la mayor cantidad de venezolanos posibles. Según Álvarez, el objetivo era "llevar la Copa América a cada rincón del país" para dar a conocer "una de las competencias más importantes en América", esperando una participación de 20 millones de personas. Una de las actividades más populares fue la elección de la mascota oficial del torneo, para la que se realizó un concurso en el que se recibieron 4.500.000 de propuestas de niños y adolescentes venezolanos.11 El diseño ganador fue anunciado el 29 de junio de 2006, correspondiente a una "guacamaya bandera" creada por la joven de 15 años, Jhoyling Zabaleta.11 El nombre de la mascota, Guaki fue elegido posteriormente por una encuesta en internet, donde dicha opción obtuvo un 54,17% de las preferencias. Guaki es una guacamaya, una de las aves representativas de Venezuela, vestida con la camiseta vinotinto de la selección anfitriona, y que al desplegar sus alas contiene a la bandera de Venezuela.


El comité organizador de la Copa América 2007 estimó una audiencia de 530 millones de personas en América Latina mientras que a nivel mundial el evento fue retransmitido a 185 países (25 más que en la Copa América 2004), totalizando una audiencia acumulada cercana a las 4.000 millones de personas, para lo cual se diseñaron instalaciones que permitieron acoger a más de 3.500 periodistas.13 14 La gran repercusión internacional de la Copa América despertó el interés de diversas empresas para auspiciar el evento, que alcanzó en Latinoamérica a un mercado con un poder de consumo de aproximadamente 2,7 billones de dólares.13 Seis empresas fueron seleccionadas por el Comité Organizador como patrocinadores oficiales: MasterCard, LG, Movistar, PDVSA, Brahma y Casio. Además, Maltín Polar fue seleccionado como auspiciador nacional y Chevrolet como el transporte oficial del torneo. Tras el fin del torneo, la Conmebol estimó una ganancia neta del evento cercana a los 4 millones de dólares, más del doble que la edición de 2004.


Politización del torneo


El torneo se caracterizó por una fuerte politización durante su época previa, especialmente tras las protestas al no serle renovada la concesión a la cadena RCTV por parte del gobierno del Presidente Hugo Chávez, efectuadas un mes antes del inicio del torneo. Según el Presidente Chávez, los opositores a su gobierno utilizarían la Copa América para realizar protestas como parte de un sabotaje patrocinado por los Estados Unidos.


Por otro lado, la oposición criticó la utilización política del torneo por parte de las autoridades gubernamentales. Según ellos, el torneo fue utilizado como "vitrina" para mostrar los supuestos logros de la Revolución Bolivariana y se abusó de la imagen del Presidente Chávez al promocionar el evento. A esto se sumaría la supuesta adquisición de hasta un 70% de las entradas por parte del gobierno18 para así evitar la presencia de opositores en los estadios y evitar protestas; el gobierno, por otro lado, respondió que un 80% de las entradas salieron a la venta y fueron reservadas únicamente aquellas exigidas por la organización para las diversas federaciones participantes.


Sedes


Para la 42ª edición de la Copa América, el Comité Organizador decidió en un principio elegir 8 ciudades anfitrionas. Antes de la elección, al menos 14 ciudades presentaron los oficios ante el Comité, el cual descartó a las ciudades de Barquisimeto, Maracay, Valencia, Valera, y los estados Portuguesa y Miranda por no cumplir con las exigencias establecidas. Así, las ciudades elegidas fueron Barinas, Caracas, Ciudad Guayana (Puerto Ordaz), Maracaibo, Maturín, Mérida, Puerto La Cruz y San Cristóbal. Seleccionadas las ocho sedes, el Comité Organizador reconsideró la candidatura de Barquisimeto al presentar el proyecto de un nuevo estadio. Así, Barquisimeto fue aceptada como una novena sede y se decidió desarrollar un sistema de 3 grupos de sedes, con un estadio como cabecera y dos sedes alternas para el desarrollo de la primera ronda del evento. De esta forma, la Copa América 2007 rompió el récord de sedes designadas en el torneo, establecido por Perú en la Copa América 2004, donde fueron utilizadas siete.


Una vez elegidas las ciudades anfitrionas, el Comité Organizador debió enfrentar la escasa infraestructura deportiva de alto nivel existente en el país, con pocos estadios de fútbol y ninguno que cumpliera las exigencias de la Conmebol; el estadio de mayor capacidad apenas superaba los 35.000 espectadores. A esto se sumaba la necesidad de mejorar la infraestructura general, en especial el transporte y la capacidad hotelera. Durante la primera etapa, el Comité Organizador decidió aumentar la capacidad de los estadios en mejor estado a los 40.000 espectadores, mientras se construían nuevos estadios en Mérida, Barquisimeto y Maturín. De esta forma, la capacidad de espectadores total aumentó de 155.000 a 345.000 espectadores.19

En el caso de la capital, Caracas, se optó por la remodelación del Estadio Olímpico de la UCV, dejando de lado la remodelación del Estadio Brígido Iriarte o la construcción de uno nuevo. Aunque el estadio caraqueño sería inicialmente sede de una de las semifinales, algunos días previos al inicio del torneo fue anunciado que por razones de seguridad sólo albergaría el partido de definición del tercer lugar, siendo reemplazado por el Estadio José Encarnación Romero de Maracaibo, que también albergó el encuentro final del campeonato.20

Aunque el presupuesto inicial para el torneo era de aproximadamente 40 millones de dólares, los que serían desembolsados por el gobierno nacional, la cifra se disparó alcanzando los 900 millones de dólares de inversión pública.1 Comparativamente, Perú gastó 13,2 millones de dólares en la edición previa del torneo y la edición más cara hasta ese entonces, la Copa América 1995 realizada en Uruguay, apenas había sobrepasado los 25 millones de dólares


Árbitros


El 30 de mayo de 2007 fue anunciada por la Conmebol la lista de árbitros para la competencia. La lista incluye 13 árbitros, uno por cada país participante a excepción de Paraguay, con dos representantes. De éstos, cinco estuvieron presentes en la Copa Mundial de Fútbol de 2006: Carlos Simon, Óscar Julián Ruiz, Carlos Amarilla, Jorge Luis Larrionda y Benito Archundia.


En cuanto a los árbitros asistentes, cada uno de los países de la Conmebol tuvo un representante, a excepción de los locales que tuvieron tres; México y Estados Unidos no tuvieron árbitros suplentes elegidos. Además, los árbitros venezolanos Juan Soto y Gerardo Quintero fueron seleccionados para actuar como suplentes, en caso que alguno de los árbitros oficiales o asistentes no pudiese participar en los encuentros.


Equipos participantes


Al igual que en las últimas ediciones de la Copa América, esta versión contó con la participación de 12 equipos, 10 de los cuales son las selecciones nacionales miembros de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) y dos selecciones invitadas provenientes de la confederación de América del Norte, Concacaf. Conmebol invitó a las dos selecciones de dicha confederación con las posiciones más altas en la clasificación mundial de la FIFA, México y los Estados Unidos. México, que desde su primera invitación en la Copa América 1993 ha sido uno de los combinados más exitosos, aceptó de inmediato; sin embargo, Estados Unidos rechazó la invitación debido a conflictos con el calendario de eventos de la Major League Soccer. Ante la ausencia estadounidense, la Conmebol pensó en invitar a Costa Rica, el tercer país de la Concacaf mejor calificado. Pero, finalmente la selección de los Estados Unidos aceptó la invitación, completando así el cuadro final del torneo.


En 2005, tras el fin de las inspecciones de la Conmebol a la comisión organizadora, se planteó la posibilidad de aumentar el número de participantes de 12 a 16, dejando así 4 grupos de cuatro participantes, de forma similar a la estructura de otros torneos similares (como la Eurocopa). Para ello, se cursarían invitaciones a diversas selecciones, entre las que se nombró en primera instancia a España, Portugal (ambas de la confederación europea, UEFA), Corea del Sur y Japón (pertenecientes a la confederación asiática, AFC), pero la idea no fructificó y el campeonato se mantuvo como estaba previsto originalmente.


El 14 de febrero de 2007 fue realizado en Caracas el sorteo de los equipos, siendo divididos en tres grupos de cuatro participantes. A cada grupo le fue asignado un grupo de estadios y uno de los tres cabezas de serie: Venezuela (el equipo local), Argentina y Brasil (los dos equipos mejor clasificados según la FIFA).


Desarrollo


En el grupo A, formado por Venezuela, Perú, Uruguay y Bolivia, los cuatro equipos lucharon ajustadamente por la clasificación a la siguiente fase. Aunque Perú logró una contundente victoria ante Uruguay en el debut, en la ronda siguiente sería derrotado por Venezuela que tendría su primera victoria en la historia del torneo desde su primera participación en 1967. Los locales obtuvieron además empates ante Bolivia y Uruguay, lo que permitió su paso a la segunda ronda junto a peruanos y uruguayos, mientras Bolivia se convirtió en el primer equipo eliminado.


Manteniéndose invicto en sus tres encuentros, México fue el equipo dominador del Grupo B, compuesto además por Brasil, Chile y Ecuador. El combinado brasileño, pese a ser considerado uno de los mejores equipos del planeta, llegó con un equipo con pocos titulares y que presentó diversas irregularidades en su desempeño a pesar de las victorias ante chilenos y ecuatorianos. Estos últimos se retiraron con tres derrotas, pese a que su plantel era el mismo con el que llegó a cuartos de final durante la Copa Mundial de Fútbol de 2006.


Argentina, el gran favorito del torneo, se impuso claramente ante Estados Unidos por 4:1 en su primer encuentro del campeonato, mientras Paraguay superó a Colombia por 5:0. En la fecha siguiente, Paraguay y Argentina derrotaron cómodamente a sus rivales por lo que en el último partido, ambos equipos ya clasificados disputaron el primer lugar del grupo. El solitario gol de Javier Mascherano permitió la victoria argentina y su clasificación como líder del grupo C. Colombia, pese a su victoria por 1:0 al combinado estadounidense, quedó tercera y con puntaje menor al obtenido por Chile y Uruguay, los dos otros equipos que finalizaron en dicha posición, por lo que debieron retirarse del evento.


Ya en la segunda ronda, los cuatro equipos más fuertes clasificaron a las semifinales con sendas victorias. Debido a la estructura de clasificación, Brasil y Chile volvieron a encontrarse en cuartos de final, al igual que Venezuela y Uruguay. A pesar del empate en la fase grupal, los uruguayos ganaron por 4:1 y acabaron con el sueño de los locales de alcanzar algún lugar en el podio. Chile, en tanto, fue derrotado abrumadoramente por Brasil con un marcador final 6:1, que fue seguida por una fuerte polémica en el país andino luego de conocerse una serie de incidentes protagonizados por jugadores del plantel (incluyendo al capitán Jorge Valdivia) en el hotel donde se hospedaban.26 Los paraguayos también fueron goleados, 6:0, esta vez por los invitados mexicanos, mientras Argentina ganó por 4:0 a los peruanos.


En semifinales, Brasil y Uruguay igualaron tras el tiempo reglamentario a dos goles, tras lo cual se realizó una definición por penales, que permitió el pase del equipo brasileño a la final y así tener opción a revalidar su título. Argentina se convirtió en el segundo finalista, tras derrotar por 3:0 a México. En el partido por el tercer lugar, México obtuvo la victoria al derrotar a los uruguayos por 3:1.


La final se disputó en el Estadio José Encarnación Romero de Maracaibo. Argentina para la mayoría de los especialistas llegó dispuesta a tomar revancha de la derrota en la definición por penales ante Brasil en la final de la Copa América 2004. Sin embargo, el desarrollo del partido fue contrario a lo esperado: Brasil dominó gran parte del encuentro a pesar de su irregular campaña previa y derrotó a los albicelestes con goles de Júlio Baptista y de Daniel Alves sumado a un autogol anotado por Roberto Ayala. Brasil alcanzó así su octavo título y Argentina quedó subcampeón por segunda vez consecutiva.llo